Especial Redd

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Reddange abre uno de sus ojos esperando ver la reacción del chico, quien solo se ha dedicado a pensar en lo extraño pero bonito de su nombre.

Ella suelta todo el aire contenido en sus pulmones luego de observar que el chico, del cual desconoce el nombre, no pretende burlarse como la mayoría de las personas.

"Reddange" es el resultado de dos padres poco creativos que jamás logran ponerse de acuerdo y todo gracias al color de su cabello. Su madre cuenta que siempre quiso llamarle Zoey, cosa que a Redd le hubiera encantado. Pero su padre, terco y testarudo como siempre, prefería el nombre de Abigail.

A Redd le hubiera encantado cualquiera de los dos nombres, eran comunes y poco llamativos; pero ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder.

Luego, cuando la hora llegó y su pequeño cuerpo exigía conocer el mundo exterior, continuaban sin saber el nombre que le podrían. Nació y conocieron a su pequeña y preciosa hija, dueña de un cabello de color estrafalario.

En aquel instante no se distinguía del todo el preciso color de su cabello, sin embargo, ambos se animaron apostaron: "Es de un rojo precioso, podría llamarse Red" dijo su madre, agotada por el esfuerzo y el dolor que sentía, más el padre no estaba de acuerdo.

"Su cabello es naranja, cariño" dijo al borde de las lágrimas. "Debería llamarse Orange".

Finalmente, todo terminó con una abuela cansada de las constantes discusiones, una extraña mezcla entre dos colores y un nombre que traía eternas burlas hacia su primera primogénita.

- Reddange...- comenta él de forma pensativa, probando su nombre en sus labios.

- Ya, di la broma que quieras, ya estoy acostumbrada- expresa ella sobreactuando con una sonrisa en sus labios. El chico sonríe de lado, sorprendido por lo que Redd acababa de decir, pero luego sus labios se transforman en una fina línea.

- ¿Broma?

- Si: bebida energética, sabor de gaseosa, color indefinido...

- ¿Bebida energética? -cuestiona él nuevamente.

- Si, los niños en la escuela solían decir que era nombre de bebida energética.

- A mí me gusta- dice él con sinceridad.

Redd sonríe incrédula.

- Debo irme- él gira su cabeza para observar algo a su espalda. Redd lo mira un tanto decepcionada, sin saber el porqué de su sentimiento, pero cuando su mirada vuelve a ella, sonríe forzadamente.

- Bueno... ya que te revelé mi más vergonzoso nombre, podrías decirme el tuyo- dice Redd.

Connor observa su rostro, sin demostrar rastro alguno de emoción. Mas, un extraño brillo se instala en su mirar, lo cual llena a Redd de una cálida sensación.

- Connor- dice, entonces sale del metro cuadrado, permitiendo que las puertas metálicas se junten.

- Connor- repite ella, probando su nombre en sus labios.

La chica hace su camino al interior de su apartamento, luego de asegurarse de que la puerta tras ella se encuentre totalmente cerrada.

Sus piernas duelen debido al segundo empleo que comenzó el día de hoy. Resulta que la universidad no se costea por sí sola, y con un empleo de media mañana no logra pagar ni un cuarto.

Si bien, su padre le costea la mitad junto al piso en el que vive, no es suficiente. Necesita para comer y pagar el resto de la matrícula, por lo que se vio obligada a coger un empleo de media tarde.

CONNORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora