Capítulo 25

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- Entonces dime, Connor ¿Eres o no el novio de mi hija? - pregunta Rose, recostando sus codos sobre la mesa, e inclinándose levemente para estar más cerca del intimidado chico.

Los gemelos están sentados frente a él, escudriñándolo con una mirada sagaz y penetrante, demasiado para niños de su edad. Comen sin si quiera mirar sus platos, y de vez en cuando, se toman la licencia de beber un poco de bebida.

Los nervios comienzan a amenazar en el sistema de Connor de una manera difícil de describir. Mira a Redd, una rápida mirada que busca ayuda, sin embargo, se encuentra con los ojos de ella fijos en el vaso que tiene en frente.

Se siente ligeramente traicionado por la pelirroja, sin embargo, deja aquel sentimiento de lado, cuando se percata de la presión que mirada de Rose impone sobre él.

- Este...- balbucea, y los gemelos dejan de beber para centrar todos sus sentidos en la respuesta de Connor-. Y-yo... Ehm...- "A la mierda", piensa, y luego dice-: Si.

Redd pega un salto imperceptible por los demás, sus ojos se abren con exageración, y mira a Connor algo confundida. Él le guiña un ojo de manera provocativa, y luego centra su mirada en Rose. Mas, no es ella quien habla primero, sino que uno de los gemelos.

- ¿Y desde cuándo? - cuestiona el pequeño con interés, haciendo que el segundo gemelo, se incline sobre la mesa en un inútil intento por acercarse al interrogado.

Connor comienza a calcular en su mente, hace cuánto fue que comenzaron con esta extraña relación. "El día de la batalla, hace... ¿un mes?", razona en su mente.

- Un mes- dice rápidamente como si quisiera decir la respuesta antes de que el tiempo se acabe.

Su mirada se vuelve sigilosamente hacia Redd, quien niega con la cabeza, esbozando una leve sonrisa.

- ¿Por qué? - pregunta entonces el segundo gemelo.

- ¿Por qué... qué? - insiste Connor. El pequeño gira sus ojos con exasperación, y luego se explica.

- ¿Por qué eres novio de mi hermana? - y luego murmura-. Hay que explicárselo con manzanitas también.

Aquella pregunta incomoda no solo a Connor, sino que también a Redd. Y de paso, molesta de sobremanera a Rose, quien frunce el ceño con fuerza, y luego se apresura en decir:

- ¿Qué clase de preguntas son esas? No respondas Connor, estos niños son unos desubicados- les reprende su madre, y Connor se siente absolutamente aliviado.

Rose vuelve a sonreír, luego de su profundo ceño fruncido, y esta vez se dirige a su hija, que había guardado silencio durante todo lo que llevan de comida.

- ¿Cómo te ha ido por allá? ¿Cómo se ha portado tu padre? - le pregunta.

Redd mastica la comida que hay en su boca, esperando para poder tragar, mientras piensa en lo que dirá.

- Bien, papá se ha portado de maravilla- responde con suavidad.

Su madre parece más relajada. Como si de alguna manera, la respuesta otorgada por su hija le hubiera quitado un peso de encima. Echa una pequeña porción de comida a su boca, y vuelve a centrar su atención en su hija.

- ¿Cómo te va en los estudios? - pregunta interesada.

Y fue entonces el empujón necesario, para que Redd comenzara a parlotear acerca de sus estudios y lo bien que le va. De lo mucho que tiene que estudiar, y lo cansada que queda luego de trabajar.

CONNORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora