Starlight 2

III: Secuestro

La noche había dejado caer su manto de oscuridad sobre Villabonita. Pero aquella, distaba de ser una noche común y corriente donde las palabras exactas que definirían al pequeño pueblo serían serenidad y paz. Una especie de "mal augurio", había descendido como fino sedimento sobre el tranquilo pueblo, sacudiendo sus tierras y amargando sus aguas.

Las personas corrían asustadas en todas direcciones, sabiendo que sería una pérdida de energía combatir el caos que los perseguía incesante. A primera vista, era difícil contar cuantos edificios del hermoso centro se encontraban al borde de la extinción entre las fauces ardientes que parecía, devorarían por completo el pueblo si alguien no actuaba con rapidez.

Cerciorándose de que nadie alrededor le prestara mayor atención, Max corrió dentro de un pequeño callejón donde se deshizo en pocos movimientos de su ropa, quedando expuesto, por fin, su heróico traje, mismo que presentaba daños como recordatorio de la batalla contra Sil unos meses antes.

A sabiendas de que el tiempo era un factor determinante, el castaño emprendió vuelo ganándose la atención de los presentes e incrementando, a su vez, la fe de estos; como si la estrella más brillante hubiera decidido surcar el cielo sobre Villabonita por segunda vez.

Mientras ganaba altura, trataba de definir las causas exactas de que una bomba de pánico hubiese explotado en un pueblo tan bello y tan tranquilo como el que le había dado albergue con tanto afecto, era como si el destino se empeñara en destruir poco a poco las pequeñas cosas que llegaba a apreciar.

De pronto, mientras guiaba a un par de personas a una zona segura, vio a un tráiler estacionado, de una apariencia discordante con la época, como si viniera directo de una película de ciencia ficción; la cabina estaba adherida al cajón trascero y ambos compartían un color cromo, además de bordes ovalados; pero el detalle que le hizo estremecer fue ver el escudo de "Tecnologías Pegaso" a un costado. El haber visto aquel logotipo lo hizo inundarse de un mar de recuerdos en el que no hubiese querido sumergirse jamás. En ese momento, solo quiso concentrarse en el hecho de que la presencia de Pegaso en Villabonita no podría significar nada positivo y estaba casi seguro que también estaba ligado con todo el caos a su alrededor.

De pronto escuchó una voz que lo sacó de su ensimismamiento.

—Veo que logré llamar tu atención.

Al fijarlo con la mirada descubrió, parado a la orilla del techo de uno de los edificios cercanos a su posición, la silueta de un hombre que lo miraba. Las llamas que danzaban cerca de allí le permitieron ver que su cuerpo estaba revestido por un traje metálico que lentamente lo arrastró a la incertumbre y a la curiosidad.

Su mirada se perdió por unos instantes en los destellos que despedía la armadura producto del material del que parecía estar hecha.

—¿Por qué has hecho esto?, esta gente es inocente —Inquirió de manera relajada.

Luego de ver el caos en el pueblo, sabía el peligro que aquel sujeto representaba, aunque desconocía su procedencia y más perturbador aún, sus habilidades.

—"Si quieres sacar a las plagas, quema la madrigera"

Fácilmente, se podía notar un aire de superioridad por parte del desconocido, cosa que a Starlight no le sorprendió para nada; igual y se trataba de otro tonto jugando a ser Dios y buscándolo para problemas.

Harto de los sujetos como el que tenía en frente y con la ira azotando cada fibra de su ser, Starlight iluminó su puño en una esfera de luz del tamaño de una pelota de baloncesto, fijó a su objetivo y cuando estuvo por lanzar su ataque, "algo" pasó frente a él, a una velocidad a la cual no pudo más que ver un borrón, una imagen distorsionada del objeto que a su paso, golpeó su rostro con tal fuerza que lo hizo despegarse del suelo sin control sobre su cuerpo y haciéndolo aterrizar aparatosamente sobre un vehículo pequeño que permanecía estático a unos metros de allí, dejándolo al borde de lo inservible.