Run away from our truth.

Capitulo 8

-Sabes que disfraz ponerte o ... ¿¡ Javier me estas haciendo caso!? - me gritó Alicia.

Estaba sentado en el sillón de la tienda de disfraces cuando ella mi gritó. Me giré y vi que llevaba puesto un disfraz de Caperucita Roja Sexy. Una vestido corto (mas arriba de la rodilla, osea, se la veía medio muslo...) a cuadros rojos y blancos con la tan típica y que da nombre a este interna tonal nombre, la caperuza roja que la llegaba por las rodillas e incluso un poco mas larga.

Me gustaba. La quedaba bien.

- No se que ponerme, a decir verdad, pero te queda muy bien - la dije sinceramente con una sonrisa en los labios- aparte, te podría quedar mejor con tus Superstar blancas y rojas.

- ¡Es verdad! - me agarró del brazo y me levantó como pudo del cómodo sillón.

- ¿Que haces.....? No quiero levantarme... - me quejé un poco alto para llamar la atención de los consumidores de aquella tienda.
Nadie consiguió alejarme de ella.

Me gustaba ir de shopping pero en una tienda curte de disfraces y con chinos vigilándonos con lupa por todas las esquinas...

- Vamos a buscaste un precioso disfraz. Y un poco guarro- añadió, como si estuviese eligiendo de que marca comprar el tomate - te hará falta para la clase de tíos de la fiesta de Katty...

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Estuvimos dando vueltas a la tienda durante una hora. No encontrábamos ningún disfraz que me valiese o me gustase. Hasta que llegamos al mas chulo, según Alicia "guarro" y perfecto. Un disfraz de cerebrito o rata de biblioteca. Llevaba unas gafas grandes y redondas mas unos pantalones cortos azules marino. En el pack también entraba una pajarita blanca. Pero lo que mas le gustaba a era la camiseta de seda falsa a rallas azules y blancas que dejaba ver el cuerpo de su portador por culpa de las rallas blancas, que eran de telas mas finas y transparentes. No estaba mal.

- Nos lo llevamos. - declaré con voz firme, aunque se volvió en una risa por culpa de Alicia.

Lo cogí y nos largamos de aquella tienda con olor a hospital.

Con las bolsas de la mano nos fuimos a comer a casa de Steph, donde ya nos esperaban Simon, Paula y Tania. Pero lo que no me esperaba era al cuarto inquilino. Ni yo ni Alicia. Steph estaba enferma, con lo cual teníamos un exquisito buffet. Al llegar dejé caer mi bolsa al lado de la de Alicia, encima del sillón blanco. Por una parte por el asombro de ver a ÉL hablando con Tania.

Hablaban sobre un tema serio, política o algo así. A los dos les apasionaba eso, me habían comentado. Lo primero que hizo, ÉL, fue mirarme. Tania, al darse cuenta de nuestra llegada, se acercó a nosotros y nos saludó :

- ¡¡Que pasa guapos, ¿ya tenéis los disfraces?!!- me dio un beso en la mejilla y luego miró a dentro de mi bolsa y se río al verlo.

-Es chulo, ¿verdad? - pregunto Alicia mientras lo miraba con ojos que reflejaban su parte imaginativa en acción. Me gustaría saber lo que pensaba...

Empezaron, Paula las unió, a discutir sobre temas de disfraces y cosas por el estilo. Yo me acerqué tímido, vergonzoso y nervioso al sofá Chester donde se encontraba Cameron. Cuando llegué, fue como cuando Colón, descubrió América, yo en este caso descubrí a un Cameron sincero, sonriente y amable. Me senté al lado suyo con las piernas cruzadas, como de costumbre.

- Que hay- dije simplemente, no se me ocurrió nada mas ridículo que decir, pero se nota que ÉL quería superarme.

- Estaba ansioso por verte- superado.

Me sonrió y cuando su mano, grande con dedos largos y profesionales y bronceados acabados por unas uñas perfectamente cortadas...

-¡¡A comeeer!!- gritó Steph, desde la cocina. Me cago en su....

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Ya estaba todo preparado.

Todos con disfraces y maquillados. Yo llevaba aquel disfraz que no era el mas precioso de todos, pero algo es algo... Paula se había disfrazado de "Zombie Choni'' (como decía ella...): un chandal rosa chillón y unas Nike amarillas fluor y súper, pero súper bien maquillada. Resulta, que ÉL, osea, Cameron, era un experto de la pintura y sabía pintar genial y de toda la vida. Me explico, decía que siempre ha sido muy manitas y se le daba muy bien las manualidades y artesanía. Su padre era arquitecto y le había enseñado de todo. Y su madre era profesora de pintura y bueno, acabamos todos preciosamente maquillados por ÉL. Bueno, ellas, por que yo ni si quiera necesitaba maquillaje para esto, tenía que haberlo pensado antes. Simon había desaparecido después de comer y dijo que nos veriamos en la fiesta de Katty... Ali se puso su súper disfraz de Caperucita Roja Guarrilla y Cameron, ÉL, pfffffff... ¡¡¡DE JAMES BOND!!! Con un traje ajustadíííííísimo, con corvata y todo. No se si lo hizo adrede, pero el calentón se me subió.

Salimos de casa y nos dirijimos a la casa de Katty. No es que tardáramos mucho, se puede decir que que a la entrada de dicha casa habia una aglomeración alcólicamente poseidas y sexualmente sedientos. Eso si, donde si que tardamos fue en la puerta, por que para entrar casi que era mejor de llamar a una maquina demoledora para dividir a esa masa homogenea de borrachos. Pero lo conseguimos, lo hicimos (tardamos media hora, pero lo importante es que lo conseguimos...) . cogimos un par de cervezas y nos convertimos en adolescentes normales por una noche, sin problemas, sin llantos, sin depresiones ni nada por el estilo. Pero como se nota que el puñetero karma me la tiene guardada.

Todo pasó muy rapido

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