Capitulo 3

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Vale.

Vale.

La tal Abigail no se si tendrá marido o no pero en España lo que está haciendo a Simon se llama ZORREAR.

Simon parecía aterrado por los modales de Abigail. Al entrar en el salón vi a las demás familias. Tenían pinta de ser mas normales que la de Abigail ( si es que tiene...). La primera, que estaba sentada en una butaca, al menos la madre y el padre. La madre tenia el pelo castaño liso por los hombros. Estaba embarazada. Su marido era alto y estaba sentado al lado, en el posa brazos. Tenia el pelo canoso peinado en un perfecto tupe caído y era flaco. Se parecía ligeramente a Iñaki Urdargarin. Tenían un aire de felicidad en sus ojos. Sus dos hijos, una niña de unos tres cuatro años estaba sentada en el suelo jugando y riendo. Pero como era de esperar, Paula tenía más ojos para el hermano mayor que para la otra chiquitina. El mayor, que tenía más o menos diecisiete años, como nosotros. Era alto esbelto y desgraciadamente guapo. Llevaba una camiseta negra anca, todo muy hipster. Y para colme, llevaba unos guantes de boxeo de la mano. Se parecían mucho, hermanos, quiero decir. Y como era de esperar, Paula estaba TONTEANDO con aquel chico malo. Me reí por lo bajo.

La segunda familia tenia pinta de estar un poco más desequilibrada. Y se suponía que era la de Alicia, que era una loca por tener todo organizado y en su sitio. La madre era rubia y estaba de pies, andando de un lado para otro hablando por teléfono. Tenía una cara seria y muy formal. Seguro que era abogada. Su marido era exactamente igual que ella. Con el móvil en mano hablando de asuntos más importantes que la propia familia. En su rostro empezaba a salir a la luz arrugas del cansancio. Alicia estaba sentada en el sofá más grane junto a otra chica. Era guapa, muy guapa. Tenía el pelo rojizo y de tez pálida bombardeada por pecas. unos ojos verdes esmeralda y muy brillantes, como los de un niño pequeño . Creo que ya se llevaban bien, por el aspecto de sus sonrisas y fuertes risas, creo que ellas también se debieron de conocer antes, como Simon y yo.

Tras la breve charla por teléfono, Sr. y Sra. Amargados se guardaron sus respectivos móviles en sus respectivos bolsillos.

Todos parecían estar tan perfectamente concentrados en sus felices, entretenidas o amargadas conversaciones que no se habían percatado de la presencia de Simon y yo. No fue hasta que Abigail aplaudió tres veces que la gente no se giró. La pareja Amargados me miró con cara desconcertada.

- Chicos, este es Javier el inquilino de la familia Marks,- dijo "inquilino" con un tono de lo mas amistoso...- por que a Simon ya le conocéis ¿no? - todos rieron de la forma mas falsa que jamas había oído en mi vida.

Se me fueron acercando uno aunó para saludarme. La mujer de la primera familia, la Embarazada Feliz, fue la primera en saludarme. Se levantó con dificultad de la mesa y vino andando como pudo con el gran bombo. La di dos besos y al separarse se la dibujó una amplia y radiante sonrisa en sus gruesos labios.

- Soy Susana, también con orígenes españoles- se río un poco, y luego hizo una mueca de dolor por los movimientos del pequeño o pequeña dentro de ella. Tenia aspecto de ser muy comprensiva, maja, resumiendo, una buena y espléndida madre. - Esos dos son mis hijos, Daniela la pequeña y Jesus el mayor y el mas capullete...- a demás de ser buena madre también tenia buen humor...¡lo tiene todo! Volviendo a la realidad, el chico rubio, con pinta de grosero y muy muy atrctivo. Lo de esta chica no es normal. Se acaban de conocer y ya piensan en deshacer las sabanas...

Solo Daniela me vino a saludar, el grosero de su hermano ni se digno a saludar. Todo lo que no tiene de vergüenza lo tiene de hermosura. Esas proporcionalidades no me gustan...

- ... y por eso me gusta más Iker Casillas que Keylor Navas. - acabó diciendo la pequeña rubia.

Mierda, no me he enterado de una mierda. Yo tranquilamente en mis nubes mientras una niña que sabía mas que yo de football me contaba como le gustaba tanto el Real Madrid.

La pequeña rubia se fue corriendo. Ahora que me fijaba, ¿de donde les salía al Jesus y a su hermana la melena rubia? Su madre tiene el pelo oscuro, negro azabache y su padre igual, rizado. Aunque las canas estaban ganando terreno...

Tras todas las presentaciones, Abigail decidió que ya era hora de sentarse en la mesa. Todos nos dirigimos a el comedor donde había una mesa enorme de madera con unas sillas típicas de la marina americana, que no se oxidaban ni se estropeaban al sol ni al agua. Son carísimas y no se como se lo han podido permitir... De hecho creo que se habían quitado del mercado o algo así, no me acuerdo. Se me había olvidado la cara de traumatizada que tenía Tania. Se nota que la guarrita de Abigail no va a ser muy buena madre adoptiva...

Nos sentamos cado uno por un lado, como una ensalada, todos mezclados. Me tocó al lado de Tani, obvio, y de la chica pelirroja que se llamaba Amber. De la nada la pareja Amargados se pusieron a discutir por una mierda que no me interesaba ¿¿pero a esto se le llama familia?? pobre Amber... Pero para colmo, a Daniela la habían puesto un bistec de ternera y puré de patata, pero el puñetero bistec estaba demasiado poco echo y salía sangre. Y se puso a gritar como una loca.Los Amargados también y todo se volvió una gran colisión de chillidos y gritos, insultos y palabrotas. Yo no podía aguantar tanto tiempo en una discusión sin formar parte de ella. Así que sin mas deleito, me levanté de la mesa y salí de aquella casa de locos. Salí al porche y me senté en las escaleras de madera pintada en blanco. Miré al cielo, como lo solía hacer tiempo atrás. Contaba estrellas hasta perderme y las volvía a contar durante tiempo. Cuando me cansé, saqué de mi bolsillo de la chaqueta mi cajetilla de cigarrillos que SOLO la utilizaba en situaciones críticas. Prendí uno e inhalé un calada de la que sería la primera de muchas en aquella noche.


Run away from our truth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora