I'm a Girl (Malec)

Capítulo 4

¡Hola! Sé que he tardado mucho, pero últimamente he estado más centrado en mi otra cuenta -.-'' además se me había agotado la inspiración, por no hablar que estoy con exámenes y no he podido centrarme en mis historias. Sin nada más que decir, les dejo con el capítulo.

Espero que les guste, que voten y que dejen muhos comentarios. Los Amo *3* ^^ 

-¿Puedes explicarme por qué te estoy llevando a caballito?

-Por que estoy cansado ¡Duh!

Alec rodo los ojos y apretó un poco más los muslos de Magnus para que este no callera. Al final, como era de esperar había ganado Alec, pero...

-¡He ganado!-Exclamó el Nephelim alzando los brazos en señal de victoria. Se giro para darse cuenta que su "novia" no estaba detrás de él.-¿Amor?

Salió corriendo cuando vio a Magnus tumbada en el suelo mirando las nubes. Sonrío y se tumbo a su lado.

-¿Qué haces?-Preguntó.

-Me he cansado, así que simplemente me he tumbado y he esperado a que ganases y vinieras a por mí.-Se giro y lo miro.-¿A que me vas a llevar a caballito hasta Taki's donde te invitaré a lo que quieras?

Alec parpadeo.

-¿Y por qué no vas andando pedazo flojo?

-Oh venga... así aprovechas y me tocas el culo.-Sonrió el brujo. Se echo encima de él.-Anda por favor, estoy cansado y no quiero caminar. Además,-dijo susurrándole al oído.- no te haces una idea de lo incomodo que es correr cuando te rebotan las tetas.

-Ah... muchas gracias por la información.

Así que después de esa... curiosa conversación, Alec había levantado a Magnus del suelo como un saco de patatas, pero cuando el brujo había pataleado y gritado "suéltame sexy neandertal" la había dejado en el suelo para cargarla a lo caballito.

Habían entrado dentro de Taki's y la gente les había mirado raro. Ver a Alexander Lightwood sonreírle a otra persona que no fuera su novio era extraño de ver, pero teniendo en cuenta que estaba con una mujer, no le dieron mucha importancia.

-¿Qué te apetece?

-Comida.

-Gordo.-Rio Magnus.

Alec rodo los ojos y rio. Magnus se mordió el labio inferior. Tenía tantas ganas de besar esa boca, y ¿para qué mentir? Quería besarlo entero. Su plan para hacer que Alexander le deseara estaba a punto de comenzar. Tenía planeado en convertirse en la mujer más sexy del mundo si era necesario.

Al final Alec comió por tres, y era un hecho que Alec comía mucho, muchísimo. Cuando Magnus cocinaba tenía que cocinar para cinco personas.

Después de comer, Magnus se metió en el baño y con un chasquido de dedos, su ropa deportiva desapareció, dejando paso a un vestido de palabra de honor de color amarillo de vuelo. Se arreglo el pelo y salió.

-¡Por Raziel date prisa!

-¡Ya voy!

Alec estaba en la puerta y pudo ver ambos eran el centro de atención. Sonrió por lo bajo y salieron de Taki's, y fue en ese momento que recordó una conversación que tuvo con Catarina hacía sólo un par de días.

-¿Sabes lo que han abierto dos calles de Taki's?

-Un pollo.

-¿Qué dices?

-Llevo tres horas sin Alec, estoy atacado.

-Se te nota, bueno, que contigo siempre me lió. ¡Han abierto un Sex Shop! No deberían haberlo hecho, es una calle donde pasan niños y-

-¡Corta el rollo Cat, dame la dirección!

Catarina al final le había enviado la dirección llamándole depravado y él se había defendido diciéndole que con un novio como el que él tenía nadie se podría resistir. Tomo el brazo de Alec y tiro en una dirección concreta. El Nephelim le miro.

-¿Qué pasa?

-Quiero visitar una tienda.-Dijo con una sonrisa picara. Alec frunció el ceño.

-¿Por qué tienes esa cara?

-¡Ven, ven!

Caminaron dos calles más y cuando Alec vio de que tienda se trataba enrojeció, e intentó dar medio vuelta, cuando Magnus se engancha a su cintura.

-¡Suéltame loca!

-¡Entra! Será por cosas raras que hemos hecho.

-¡Calla!-Grito Alec totalmente rojo. Soltó los brazos de Magnus de su cintura y comenzó a caminar pasos agigantados alejándose de allí.

-¡Alexander!

-¡No voy a entrar en esa tienda!

-¡Eres un maldito Torquemada!

Alec se giro.

-¡Te espero en casa y si no quieres que me vaya al Instituto esta noche, no compres nada!

Después de lo que se iba a comprar, Alexander no se movería de la cama durante toda la noche.

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-¿Qué le parece señorita?

La bruja sonrió al ver lo que la dependienta le mostraba.

-Volverá loco a mi novio.

-¿Está segura? Es un disfrazan muy extraño.

-Alexander es muy extraño.

Oh Alexander... que bien te lo ibas a pasar esa noche.