I'm a Girl (Malec)

Capítulo 7

Tengo una duda poderosa... Aquí alguien se va ha quedar embarazado y dar vida a Max, sólo como dato, pero no sé si dejar en cinta a la Magnus mujer, o al Magnus normal. Yo preferiría a la mujer, sólo por una subtrama que tengo pensada bastante emocionante, pero quiero que lo decidan ustedes ;) Aunque luego cambié claro.

a)Magnus mujer.

b)Magnus hombre.

Espero que les gusté, que voten mucho y dejen muchos comentarios. Los Amo *3* ^^

-¿Qué tal este? ¡No, no! Mejor este ¡Oh Dios mío! ¿Estás viendo eso? Creo que acabo de tener un orgasmo.

Alec suspiró. Ver a Magnus pegada al cristal de la tienda de ropa como una salamanquesa, gritando y emocionarse sin ni siquiera haber entrado en la tienda no auguraba nada bueno. Su todavía novia ya llevaba zapatos que, él estimaba que había sido un malgasto del dinero, pues Magnus no tardaría en volver a la normalidad, aunque conociendo a su pareja, era perfectamente capaz de ponérselo aunque volviese a convertirse en hombre, y hacer que los tacones se convirtieran en el calzado masculino por excelencia.

Ahora tenía miedo.

-¡Garbancito vamos a entrar!

Alec con la única mano que le quedaba un dedo libre, tomó (aún se desconoce cómo) a Magnus del brazo frenándola. Ya había perdido la cuenta de las veces que había sido utilizado de mula de carga, pero antes era ropa que Magnus se ponía al menos, una dos veces, la ropa que iban a comprar ahora, sólo se la pondría una vez si llegaba.

-Aguarda. ¿Tienes presente de que dentro de poco volverás a ser un hombre?

Magnus rodó los ojos.

-Ya lo sé tonto, pero lo que no use se lo daré a Isabelle.

-Eso no me anima.

Magnus le rodeó el cuello con los brazos y juntó sus narices.

-Tú solo siéntate y disfruta del espectáculo.

-Llevo disfrutando des espectáculo tres horas, y me he cansado, siempre es el mismo número.

Se posicionó detrás de él, colocando las manos sobre su musculada espalda y empujándolo dentro. Las manos de la bruja bajaron hasta su trasero y lo apretó. Alec dio un respingo.

-Venga va, cuando lleguemos a casa te daré un premió.

-¿Qué premio?

-Sorpresa.

Alec se resigno. Nadie le había dicho que ser el novio de Magnus Bane fuera sencillo, aunque tampoco se esperaba que fuese tan complicado. La siguió, hasta que con los brazos, se metió en los probadores.

Magnus salió con un precioso vestido corto rojo con líneas verticales blancas en la falda circular.

-¿Qué te parece?

-Precioso. Vámonos ya.

La bruja rodó los ojos.

-¿As quedado con alguien? Quiero estar increíble en la cena del domingo.

-Si ya vas a ser el centro de atención.

-Eso es verdad.-Magnus miró a Alec, y cuando vio su carita supo que ya era suficiente.-Esta bien, deja de poner esos ojitos de cordero degolladlo. Después de todo, me gusta este vestido.

Alec sonrió.

-¡Gracias! Y ahora a casa.

Magnus entró de nuevo en el probador. A los cinco minutos ya estaban fuera de la tienda.