Ese pedacito de mundo

Café

- No veo la hora de llegar a casa.

¿Le estaba hablando? Sí, le hablaba, él seguía hablándole.
¿Tenía que responderle? Sí, tenía que responderle, eso es lo que hacían las personas normales.

- Ya no veo la hora de poder dormir.
- ¿Insomnio o miedo a las alturas?

¿Cómo le dices a alguien que tienes pesadillas todas las noches y por eso no duermes? Complicado de explicar, demasiado complicado de explicar.

- Insomnio.

Mentía.

- ¿Qué tal un café en el aeropuerto? Yo invito, creo que a ambos nos hace falta recobrar fuerzas.

Le estaba invitando un café. Él le estaba invitando un café.

- Genial, no tengo nada mejor que hacer.

Él le regaló una sonrisa, una sonrisa sincera. Ella se derritió, casi desmayandose.

- No me has dicho tu nombre.

Se acomodó el pelo, estaba nerviosa.

- Skayler, dime Skay.
- Lindo nombre Skay, soy Seth. Llámame Seth.

Sus manos se estrecharon mientras esa adorable sonrisa que tenía Seth se le contagiaba lentamente a Skay.

Ellos tomarían un café.
Ella tomaría un café con él.