Matsuno Omegaverse

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El cielo se hallaba completamente despejado, millones de cuerpos celestiales adornaban el manto de la noche, el distrito se apagó, pero eso no significaba que sus habitantes hicieran lo mismo.

Recorriendo los callejones del distrito, una sombra se escabullía por estos en busca de algo. Pese a estar de incógnito fácilmente podia ser reconocido por el color de sus ojos. Sin mencionar que su cara era de por si conocida, ser uno de los famosos sextillizos no es tan agradable como muchos piensan.

Choromatsu odiaba que otros hablaran de él y sus hermanos. Le gente solía inventar que la suerte les sonrió desde el primer momento en que sus ojos vieron la luz. Mentiras y más mentiras. La gente hoy en día creía cualquier tontería con tal de olvidarse de sus propios asuntos.

¿Y qué si fueron una especie de milagro? Eso no significaba que han tenido fácil. La vida los ha golpeado más veces de lo que gustaría recordar. Separarlos de sus padres a una corta edad fue solo la punta de todo.

La vida es complicada, vivir en una constante batalla y si bajas tus brazos te golpeará donde más te duele.

Si, eran tiempo difíciles. No solo para ellos, sino que para todos. Pero a diferencia de los demás él no se quedaría de brazos cruzados. Ya era tiempo de que tomara las riendas de su vida y las de sus más cercanos, y la única manera de hacerlo era dar con aquella rara agrupación autodenominada "Rebeldes"

¿Qué quiénes eran?

Solo un grupo —en su mayoría betas— que hartos del toda la mierda de central y sus leyes que solo beneficiaban a algunos pocos, decidieron levantar la voz y luchar por lo que creían que era justo.

En los últimos años aquel grupo había adquirido bastante popularidad entre los demás distritos, especialmente en aquellos en donde radica la mayor concentración de erradicados —personas que el central decidió darles la espalda al ser considerados inútiles para la humanidad— muchos lo comparan como una agrupación de benevolencia, aunque eso estaba lejos de su verdadero objetivo.

Se dice por ahí que la postura de dicho era hallar una solución real al problema real que acomplejaba a la humanidad en estos momentos. Muchos rumores apuntan a que cuentan con un pequeño grupo de expertos que buscan reparar el error de hace algunos años.

Al principio se pensó que no era más que otro grupo de anarquistas que solo querían destruir para hacerse notar. Pero en cuanto la ayuda comenzó a llegar de forma imprevista, la gente comenzó a creer en ellos... Sobre todo, cuando las autoridades comenzaron a crear leyes cada vez más ridículas que afectaban principalmente a la población más vulnerable.

Los rebeldes no dudaron en salir en su auxilio.

No pasó mucho para dicho grupo se convirtiera rápidamente en héroes a ojos de los demás. Como era de esperar, a los altos mandos nada de este les pareció correcto y no dudaron en convertir a los rebeldes en enemigos del estado.

Choromatsu conocía su causa, era noble si le preguntaban, pero al joven "beta" no le interesaba en absoluto. Lo que ellos hicieran o lo que las autoridades y central en conjunto hicieran no era asunto suyo... Pero lo era cuando todo esto afectaba a su familia directamente.

Suspiró elevando su vista hacia el despejado cielo nocturno. Desearía estar en su cama en estos momentos, pero las cosas en su distrito estaban empeorando, la inesperada llegada de varios escuadrones tan solo confirmó sus sospechas.

Por ello es que decidió actuar, había escuchado algunos rumores, la gente hoy en día era muy chismosa. Se decía que los rebeldes andaban por la zona, que por ello la presencia de las tropas, también se hablaba mucho de que el supuesto líder merodeaba por ahí. Se hablaba de lo increíble y fuerte que era. Choromatsu no creía nada de esto, pero su curiosidad le ganó... Si ha de ser tan increíble como dicen el ojiverde no podía esperar para conocerlo.