Matsuno Omegaverse

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El incesante y molesto ruido del exterior comenzaba a fastidiarlo. ¿Qué acaso un hombre no podía pedir un poco de silencio en su maldita casa? Jura ante la memoria de sus padres que si es otra vez el idiota de Kusomatsu tratando de despertarlo como la vez anterior hará que cene con los jodidos peces.

—Quiero dormir —farfulla usando la almohada como si fuese una especie de amortiguadora.

Al cabo de unos meros segundos, cuando el cerebro de Ichimatsu finalmente logra despertar del todo, es cuando el beta se levanta sobresaltado. Debido a su arrebato el pobre se tropieza con las sábanas causando que su cuerpo termine saludando el suelo de la habitación.

—Maldita sea... —maldice entre dientes en lo que logra finalmente ponerse en pie.

El ruido del exterior comienza a ser más fuerte, obligando al beta a apresurarse hacia la puerta para evitar que algunos de sus hermanos entrase y se encontrara con la sorpresa de un sujeto de dudosa procedencia durmiendo plácidamente en su cama.

Apenas si logra dar un par de pasos antes de notar algo diferente en su alrededor. Primero lo primero, no recuerda haber cambiado el color de su pared y tampoco tener fotos de diferentes lugares colgadas por toda su extensión. Confundido voltea hacia atrás y su atención se centra en la enorme cama que se hallaba justo en el centro... Si, definitivamente esa cama no era la suya.

"¿Qué rayos?" piensa empezando a preocuparse.

En lo que intenta recordar los sucesos de anoche el sonido de una puerta abriéndose lo saca de su pequeño trance.

Saliendo con una toalla envuelta alrededor en su cintura y una más pequeña secando su cabeza, Tougo parece notar su presencia.

—Oh vaya, veo que alguien por fin despertó —se burla el alfa caminando hacia él. —¿Cómo durmió el invitado? Es una excelente cama, lástima que debamos dejarla atrás una vez que nos mudemos.

Ichimatsu apenas lograba procesar lo que el mayor le hablaba, todas sus neuronas estaban en función de averiguar cómo es que rayos termino en esa maldita habitación, y encima junto al vejete que por su parte parecía de lo más tranquiló.

—¿Oye, estás bien? —pregunta Tougo preocupado una vez se coloca sus pantalones. Lentamente se acerca para verificar el estado del beta, pero solo termina recibiendo un cabezazo del parte de este.

—¡Vejete de mierda! —arremete Ichimatsu con ira. —¡¿Quién te crees al traerme a un lugar como este?!

—¡Tu salvador idiota! —responde apretándose su nariz. Esperaba que no habérsela rota, eso sin duda sería un crimen contra la belleza. —Te di un tiempo límite y se cumplió, no podía permitirme dejar que mi querido gatito termine envuelto en otro de esos encuentros. —le informa invadiendo su espacio personal. —Puedes enojarte todo lo que quieras, tan solo cumplí con mi parte del trato. —le hace saber mostrando una inusual seriedad.

Ichimatsu, con un repentino dolor de cabeza, intenta procesar toda la situación. Tougo le da su espacio, aunque no lo suficiente dado a que aún puede sentirlo cerca de él. Quiere decirle que se largue, que lo deje solo con sus pensamientos, pero las palabras no salen y la puerta del dormitorio es abierta revelando a un fastidiado Totty y un molestó Choromatsu.

—Chicos... —farfulla alegrándose al ver a dos caras conocidas. En especial a su hermano que no ha visto en un poco más de un año.

—Hey —saluda en ojiverde acariciando sus cabellos, tal y como lo hacía cuando eran más pequeños.