Capítulo 2: Los cambios son para... ¿Bien?

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-Me parece muy extraño que siendo tu último año tu tía haya decidido mudarse y cambiarte de escuela. ¿Puedo preguntar cuál es el motivo de esta decisión? -La directora miraba con extrañeza la carta que yo misma había hecho haciéndome pasar por mi tía. Había pasado todo el día anterior intentando replicar la letra y la firma de mi tía Eunice.

No podía quedarme aquí, en cualquier momento descubrirían el cuerpo de mi tía Eunice, y sé que ese par de maricas no tardaran en delatarme. Fue bastante interesante cuando encontré en la billetera de mi tía el número de teléfono y la dirección de una tal Dra. Pamela Isley. Viajare a Gótica a conocer a esa doctora y de paso me alejo de este lugar, Metrópolis me hace sentir más insegura cada vez.

-No sé el verdadero motivo, creo que un pariente lejano de mi tía murió y le heredo una casa en ciudad Gótica.

-Y dime ¿Ya sabes a que escuela te transferirás? Y también ¿En dónde continuaras con las terapias?

-Sí, me matriculare en Gotham High pero... ¿Quiere que continúe con las terapias?

-Sí, mira Lucy, aquí, en Metrópolis, las leyes son muy estrictas, debes continuar con las terapias. -Busco entre los documentos de su escritorio y saco una tarjeta de presentación. -Busca a la doctora Joan Linet. Es una de las mejores en ciudad Gótica.

-Está bien. -Ya veré como deshacerme de esa loquera.

-¿Cuándo se van?

-Hoy, por la noche.

-¿Tan rápido?

-Ya sabe cómo son estas cosas de las herencias, deben ser atendidas rápido.

* *

Ni siquiera las ratas quisieron el cadáver de mi tía, así que tuve que cargar sus restos por toda la ciudad, hasta llegar el lugar más abandonado y enterrarlo ahí. Fue algo maratónico, pesaba bastante la verdad. Ahora estaba retrasada, iba a perder el autobús, no tenía dinero suficiente para el maldito taxi, termine corriendo seis kilómetros para llegar a la estación de autobuses, por poco no lo alcanzo, pero al final, subí, y de paso me quede con el peor asiento que hay. Junto a un gordo que sudaba como cerdo, detrás de mi había un niño que no paraba de llorar y al frente una niño que no paraba de hacerme señas obscenas. La perra de mi tía se las arregló para joderme una vez más al hacerme llegar tarde, que gracioso, me dan ganas de reír y no intento no reírme, al contrario me rio con ganas. Siento varias miradas extrañadas sobre mí, pero las ignoro, ahora soy libre y me importa muy poco lo que piensen de mí.

* *

Fue el viaje más largo de mi vida, bueno, en realidad nunca había viajado. ¡Ugh! Esto no se parece nada a la imagen que vi en internet sobre ciudad Gótica. Ahora, ¿A dónde voy? Primero necesito matricularme en Gotham High, luego programar las terapias con la doctora Linet y debo buscar a Pamela Isley y... ¿No debería buscar primero algún lugar donde dormir? ¿Porque no pensé en eso?

Había caminado durante horas, estaba perdida, hambrienta, cansada, sentía que iba a desmayarme y de pronto, como si de mal auguro se tratara, comenzó a llover, no había donde refugiarme. ¿Quién dijo que los cambios son para bien?

-¡Oye, tu! -mire a todo lados. -Aquí, en la minivan. -fije mi vista a través de la lluvia y vi a una joven, de cabello rizado dentro de la camioneta, me acerque a ella. -¿Necesitas ayuda?

-Sí, eso creo.

-Sube. -La obedecí. -¿Te llevo a algún lugar?

-Yo, bueno, no, es que, aquí... -¡Hay por dios! Estaba balbuceando que vergüenza, solo yo puedo ser tan estúpida.

-Ya veo, no eres de aquí, y déjame adivinar, ¿No tienes dinero ni donde pasar la noche? -asentí avergonzada. -Puedes pasar conmigo la noche, si quieres. -Comenzó a conducir, hasta que se estaciono en un barrio que no era muy agradable, de hecho parecía peligroso, pero no iba a ponerme quisquillosa, era eso o dormir en la calle. -Me llamo Lee ¿Cuál es tu nombre? ¿De dónde eres?

-Lucy, soy de Metrópolis. ¿Vives aquí?

-Sip. Vamos, te muestro. -Era un departamento de solo una habitación, una cocina, una sala y el baño, era aún más pequeño que el lugar donde vivía con mi tía, digo, por lo menos haya tenía mi propia habitación.

-Es lindo y tu camioneta también. -Ella comenzó a reír.

-No es mi camioneta, solo la tome prestada, pero la verdad, no pienso regresarla, yo la necesito más.

-¿La robaste?

-No, la pedí prestada, y no me mires así, tú acabas de llegar y no sabes cómo es la vida aquí, sobre todo para alguien como yo, sin familia. Y por lo que veo, tampoco tienes familia, ya veras, terminaras haciendo esto, la necesidad es más grande que la honradez y la decencia. En fin, puedes dormir en el sofá.

Lucy Quinzel La hija de Joker  y Harley QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora