Lucy Quinzel La hija de Joker y Harley Quinn

La locura es como la gravedad, todo lo que se necesita es un pequeño empujón

Parte II

-¡LUCY, DEBES SABER QUE PONER A PRUEBA MI PACIENCIA NO ES ALGO MUY INTELIGENTE! –El eco de sus pasos hacia que sus palabras tomaran un tono lúgubre. –Creí que podríamos hacer algo juntos... -Dejo de hablar, había entrado al lobby, no necesitaba levantar la vista para ver que me estaba mirando.

-Son Jimmy y Larry. –Escuche mencionar a Jonny Jonny. Joker se acercó, vi mi reflejo en sus zapatos de charol.

-Le has hecho una corbata. ¿Cómo nunca se me ocurrió antes?-Comenzó a reír frenético, aplaudió de manera exagerada y me tomo por los hombros. –Ponte de pie, esta noche saldremos.

-No. Aún no. –Dije, mirando a los dos hombres que estaban tirados en el piso.

-¿Por qué? –Sentí sus ojos mirándome, intrigado.

-Aun respiran, observa, sus ojos todavía me miran ¿Cuánto crees que tarden en morir? Yo me apostaría tu lindo auto a que no mucho, pierden más de un litro de sangre por minuto, les doy cinco minutos máximo ¿Y tú?

-No lo sé, el deseo de sobrevivir rebasa las posibilidades, les doy de veinte a treinta minutos. Si me ganas te daré mi auto, ya sé que te gusto.

* *

No pensé que esos tipos tardarían tanto en morir. Él tenía razón, el deseo de sobrevivir es fuerte. Tendré que idear otra forma de conseguir ese lindo auto. Cuando los tipos exhalaron su último aliento joker me llevo a una habitación que él llamaba su "oficina", en realidad lo último que parecía era una oficina. Había un escritorio de roble en el centro, pero estaba lleno de papales, planos... las paredes sucias, las ventanas pintadas; fotografías, recortes de periódicos y documentos de diferentes personas (la mayoría eran de Batman) pegadas en la pared. Tenía un mini bar, las sillas eran muy cómodas. Todo ahí había sido de lujo, pero en otra época y Joker no ayudo nada a conservarlo.

-Quiero que me respondas algunas preguntas. –Dijo Joker muy sonriente, al parecer mi acto en el lobby lo había puesto de buen humor. Jonny Jonny estaba sentado en la silla a mi lado, no me miraba pero tampoco a Joker, siempre estaba callado, como si se perdiera en sus pensamientos.

-Sí. No. Para cruzar el camino. –No pude evitar el impulso de responder mordazmente, me sentía extrañamente renovada, quizás por el hecho de que ellos nunca me juzgarían por lo que he hecho, lo que hice y lo que seguramente hare.

-¡CADA VEZ ME AGRADAS MAS, BELLEZA! –Su peculiar carcajada cada que decía algo me empezaba a parecer irritante. De pronto sentí un hueco en el pecho, un ardor en los ojos, comencé a temblar. No pude evitarlo y comencé a sollozar. Sin embargo a Joker no parecía sorprenderle, de hecho era como si lo hubiese estado esperando. –Lo sé, se cómo te sientes, en el fondo te crees culpable, esa pequeña vocecilla que te dice que está mal. Has tenido un día realmente malo o lo tuviste alguna vez, por eso te sientes así. Se de lo que hablo. Algo así me paso a mí ¿Lo sabias?

-No. No tenía ni idea. –Sorbí por la nariz y limpie mis lágrimas con el dorso de mi mano, manchándome el rostro de sangre.

-No sabría decirte exactamente que paso. Algunas veces lo recuerdo de una forma, otras veces de otra... -Su ánimo había cambiado, parecía nostálgico, ausente, pero así como se perdió pareció regresar; sonriente y eufórico. –Y tengo la posibilidad de tener un pasado con múltiples opciones. El asunto es que me volví loco cuando vi la broma oscura y de mal gusto que es el mundo. Me volví tan loco como cualquiera. Yo lo admití ¿Por qué tu no lo puedes hacer, que te lo impide? Me refiero, no eres estúpida, debes ver la realidad de la situación. ¿Sabes lo cerca que hemos estado de la tercera guerra mundial por un disco o la pantalla de un ordenador? ¿Sabes que comenzó la última guerra mundial? Una discusión sobre cuantos postes de telégrafos tenía Alemania ¡Postes de telégrafos! ¡Todo es una broma! Lo que todo el mundo cree, por lo que todo el mundo lucha, es la broma de un mounstro demente.

-Estas intentando corromperme... Escuche rumores, sobre ti. No debería estar aquí. –Aunque parezca una locura, sentí sus palabras rebotar una y otra vez en mi cabeza, la poca cordura que aún conservaba parecía debilitarse y me daba la sensación de que todo eso tenía mucho sentido, no parecía un demente. Por el contrario, era como un analista, miraba el mundo con una infinidad de posibilidades, observaba detalles que los demás nunca hubiésemos descubierto

-Dicen que soy un peligroso villano y que soy muy malo. ¿Pero que es bueno y que es malo? Todos dicen que soy un loco y que todos están cuerdos ¿Pero yo me pregunto quién es el malo y cuál es el loco? Dicen que este lugar es horrible, que Ciudad Gótica es horrible y yo digo que no, este lugar es hermoso, lo horrible son algunas personas que habitan en él. Este lugar no nació con contaminación, basura en las calles, violencia callejera, inseguridad a toda hora ¡JA! Y dicen que el loco soy yo. ¿Qué ocurre con los cuerpos de seguridad? ¿Qué ocurre con los valores familiares? Hay violencia y abuso dentro de la familia, abuso dentro del trabajo, en las escuelas hay bullying. Política que no cumple lo que promete, creando el caos y la crisis en Ciudad Gótica ¡Y el loco soy yo! Yo doy la cara pero Batman usa capucha y una máscara. Aquí el loco soy yo ¿No? Qué fácil es culpar a un solo villano de desempleo, desabastecimiento de insumos médicos, decreciente inflación, paros laborales, atropellos a los ancianos, a las damas, a los niños. Dicen que el villano soy yo y Batman resulta ser el último vagón de esperanza, malo, malo, malo. Es malo creer eso, si esperas que alguien te salve ¡Ese sería yo! Siempre seré un reflejo de ti misma, claro, podríamos lavarnos la cara y vernos frente al espejo y entender que el mundo cambia si tú quieres que cambie. Mientras no haya una mejoría en el humano, yo rio para no llorar.

Sentí como mi cordura se quebró en pedazos. La libertad que creí tener ahora era real. Fue como caída libre desde un alto edificio, Joker me dio el empujón que me hacía falta para caer a la locura.