Narración.- Omnisciente
La tarde era lluviosa y fría, Mendes llevaba a la chica sobre su hombro y emprendía camino hacia su lujoso auto, un Chevrolet Camaro 1975 negro.
Tomó a la chica entre sus brazos y sin mirar atrás la lanzó dentro de la cajuela.
No más juegos, su libertad estaba en peligro y no estaba dispuesto a podrirse en prisión.
Subió al auto y sin pensarlo dos veces lo puso en marcha, el rugir del motor causando vibraciones en el auto.
Tomó camino fuera de la ciudad, pasando los árboles y lagos.
Entrando al mundo de la ciudad, edificios y grandes empresas. Pero ellos no se dirigían a la parte linda y turística de Los Ángeles.
La famosa bodega del bando del chico se encontraba a las afueras, una prisión abandonada, con celdas vacías frías y húmedas.
Suelo de cemento helado, las paredes cubiertas de sangre que pertenecía a viejas víctimas de los famosos adolescentes.
Al llegar al punto de encuentro, Shawn bajó de su auto, tomó a la chica entre sus brazos, la que se encontraba aterrada y la llevo dentro.
– Un ruido y tu muerte se reprograma a esta noche princesa.- Dijo el chico con dureza, pero detrás de su voz se encontraba preocupación, pues él quería a Allison.
No deseaba su muerte, no lo permitiría pero no podía echarse atrás, pues eso no aseguraría su captura, si no su muerte.
Mendes soltó a la chica contra el duro suelo de cemento, sin delicadeza alguna.
El pequeño cuerpo de la chica hizo impacto causando un quejido de la rubia adolorida y asustada.
De pronto un chico alto y pálido se acercó a Allison y sonrió con maldad.
Sus ojos eran de un azul profundo y su cabello oscuro a más no poder.
– Oh vamos cariño. ¿Te ha lastimado el pequeño Mendes?.- Dijo el misterioso chico con una voz ronca antes de soltar una carcajada que resonó por todo el lugar.
– Soy Mason, un gusto conocerte.- Dijo el chico mientras se acuclillaba junto a su pequeña figura.
Mendes fruncía el ceño profundamente.
– Por un demonio Mason. ¿No quieres ser más sínico? Joder la llevaré a su celda.- El chico pateó las costillas de Allison indicando que se pusiera de pie.
La chica lo hizo mientras sus piernas temblaban, y a la vez intentaba contener el llanto, pero le era imposible.
¿Cómo podría hacerle eso?
¿Qué acaso no la amaba?
Una sonrisa retorcida se plantó en el rostro de Shawn.
Tomó las muñecas de la chica y las colocó detrás de la espalda de la misma.
– Caminarás hasta que yo lo diga, entrarás a tu celda y obedecerás a mis ordenes. ¿Entendido cariño?
Allison asintió con la cabeza mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
– Buena niña.
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Encuéntrame
FanficSangre, dolor y placer era lo que inundaba la mente de el presunto culpable tras haber asesinado brutalmente a su mejor amigo Scott Harries. La mirada de terror que inundaba sus ojos llenaba los suyos de emoción. Sostenía a su victima por el cuello...