Parte 18. Imaginario

2.1K 164 27
                                    

Imaginario: adj. Que es irreal y solamente existe en la imaginación.

“Es menor un peligro real que un horror imaginario.”
William Shakespeare
************************************

Lloraba desconsolada dentro del taxi.

—Señorita ¿puedo hacer algo por usted?

—Es muy amable, por favor sólo lléveme a donde le indiqué —dije con la voz completamente ahogada

—Llegaremos rápido

—Gracias

Así fue, tomó menos de lo acostumbrado el llegar al edificio. Nos detuvimos, pero yo me encontraba inmersa en mis pensamientos.

— ¿Necesita ayuda con sus cosas, señorita?

Reaccioné, dejé de mirar por la ventanilla y me volví a mirarlo.

—No, muchas gracias. Disculpe, no quise entretenerlo ¿cuánto es?

—No es nada...

—Se lo agradezco mucho, pero no es necesario, éste es su trabajo y yo...

—Sé que no es de mi incumbencia, pero usted luce muy triste, su manera de llorar... Quiebra el espíritu, ojalá todo mejore en su vida

—Le agradezco mucho sus palabras, y el haberme traído hasta aquí, me ha tratado muy bien aun sin conocerme

Mi voz se cortaba y tenía que tomar aire constantemente. No recordaba haber llorado así en mucho tiempo... Pero ahora era común llorar por él, y cada vez con una intensidad peor

—Qué le vaya bien, señorita

—Igualmente, que siempre le vaya bien. Hasta luego y muchas gracias

Me sequé las lágrimas y tomé mis cosas del asiento del taxi. Al bajar, vi a Marianne y a Jesse sentados en la acera afuera de mi edificio. Había olvidado la cena. En cuanto me vieron a distancia, se alegraron y corrieron hacia mí, pero cuando se acercaron sus caras se pusieron serias.

—Erin ¿Qué te sucedió? —dijo Marianne alarmada

La miré, solté la caja y me eché a sus brazos a llorar. Ella trataba de consolarme, mientras Jesse me miraba desconcertado y acariciaba mi cabeza.

— ¿Qué te hizo, Erin? ¿Qué sucedió?

—Es un idiota, él nunca va a cambiar sólo quiere lastimarme. Lo encontré... —dije con palabras ahogadas—. Entré a su casa y lo vi teniendo sexo con una mujer mientras me miraba sonriendo.

Ambos se miraron. Jesse tomó mis cosas y las llevó adentro mientras Marianne me abrazaba y caminaba conmigo hacia mi departamento.

—Erin, por favor nena, trata de calmarte. Me asusta verte así

Hice varios intentos fallidos por calmarme. Pero siempre regresaba él a mi cabeza.

—Creo que debemos llamar un médico, Marianne

—No. Sólo llévenme a mi habitación. Estaré bien —apenas pronuncié

Subimos a mi cuarto y me acosté. Ellos se quedaron en mi habitación, mirándome en completo silencio, mientras yo miraba al infinito esperando que en algún momento el sueño me venciera. Y lo hizo, en algún momento me quedé dormida...

—Erin ¡DESPIERTA! Por favor. Por favor despierta —gritaba Marianne sacudiéndome

Abrí los ojos. Tenía frío, mucho frío y todo a mi alrededor parecía irreal, escuchaba a Marianne y a Jesse hablar a mi lado.

BAD HABITS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora