H E L L - TAEMIN

Capítulo 5

Sus ágiles manos tomaron mi cuerpo. Me hizo girar, quedando de frente. El acolchado ahora estaba debajo de mi espalda y Taemin sobre mí.

Su rostro pálido mostraba un nuevo sentimiento, uno desconocido. Sus ojos brillaban bajo la tenue luz. Aquellos ojos oscuros me miraban fijamente.

—No voy a dejarte ir —dijo, tomando mis muñecas por encima de mi cabeza—. No soportaría verte muerta de nuevo.

Aún había algo de confusión en la mente de Taemin, pero eso lo arreglaría una vez que volviera a "casa". Lo que importaba es que ella estaba frente a él, viva.

Aquel remordimiento que tanto le carcomió el corazón se había esfumado. No quería que su padre estuviera jugando con él; no quería que fuera solo una ilusión como muchas otras.

TN juraba que en la mirada de Tae se refugiaban unas cuantas lágrimas. Quiso preguntarle pero sus labios fueron más rápidos.

Los fríos y levemente rosados labios del joven se fundieron con los de ella. Esa sensación de inmediato se le hizo conocida. Su lengua tibia rozó la suya.

No se había dado cuenta de que no estaba respirando hasta que se alejó.

—No quise hacerlo... —Tae apoyó su frente sobre la de ella.

La había dejado con tantas preguntas.

Taemin se había esfumado de nuevo, había desaparecido, y a TN la invadió el temor de que fuese para siempre.

Se había levantado con un fuerte dolor de cabeza. El reloj marcaba más de las nueve de la mañana. Maldijo por lo bajo; había perdido un día de colegió.

Sintió pereza para colocarse de pie, así que solo se mantuvo recostada por un buen tiempo. Pareciera que la habitación daba vueltas o tal vez solo era el mareo por la cefalea que sentía.

Giró la cabeza hasta la ventana. La cortina se levantaba y volvía a su lugar. La ventana había permanecido abierta desde la noche anterior, desde la llegada de Taemin.

De un salto se colocó de pie.

Tomó una ducha para después colocarse unos jeans y un abrigo. Afuera comenzaba a hacer frío.

Era alrededor de medio día. Tenía la esperanza de aún encontrar a Sky. Necesitaba respuestas y su amigo debería dárselas.

No lograba entender cómo es que había perdido la memoria.ni por qué todos a su alrededor actuaban como si nada hubiese pasado.

El dolor de cabeza aún seguía presente.

—¿Qué es lo que pasó realmente? —dijo en voz alta, con los labios levemente temblando.

Al bajar del bus todo parecía extraño. Era como si lo que había vivido el último año fuera solo una especie de actuación.

A lo lejos vio a Sky, quien sostenía con demasiada seguridad la correa de su mochila.

Se preguntó por qué no le había dicho nada.

—Basta, TN.

Se sobresaltó al ver a Taemin colocarse frente a ella, impidiéndole el paso.

—¿Qué haces aquí?

—Vuelve a casa.

Su voz era segura. La ceñida polera que traía puesta tenía manchas rojas sobre ella.

—¡¿Por qué volviste?!

Las manos de Taemin tomaron sus muñecas.

—Vámonos, TN.

—Necesito respuestas. No me marcharé de aquí.

—¡No necesitas saber absolutamente nada!

Sky se acercaba con rapidez, estaba viendo aquella escena.

—TN —dijo, haciendo que la mirada de Tae se centrara en la chica.

—¡Sky! He venido a buscarte...

—¿Por qué no has venido hoy a la escuela?

—Suéltame, Taemin.

De mala gana soltó su muñeca, no sin antes brindarle una mirada desafiante a Sky.

—TN, dime que no has vuelto con ese tipo —dijo Sky una vez que se alejaron.

—¿Lo conoces? Sky, he estado pasando por cosas extrañas... ¿Qué es lo que sucedió exactamente hace un año? ¿Por qué todos simulan no saber nada?

—No creo que sea momento de decírtelo.

—¡Dímelo, Sky! ¿Qué sucedió?

Dio un largo suspiro antes de comenzar a hablar.

—Volviste hace exactamente un año. Ese chico comenzó a venir por ti todas las tardes. No sé exactamente cómo fue que lo conociste, pero desde entonces tu vida cambio, TN. Dejabas de asistir a clases. Tu mundo solo giraba en torno a él. Habías perdido la cordura. Ese chico había llegado a tu vida para colocarla patas arriba.

—¿Qué sucedió después?

—Exactamente no lo sé... Una noche tu casa se incendió. Estabas dentro. Todos creyeron que habías muerto.

—¿Qué hay de él?

—Tus vecinos dijeron que lo habían visto esa noche, que lo vieron entrar a tu casa, pero nunca lo vieron salir. Fue algo extraño... Cuando fui al hospital a verte no recordabas nada. Cuando tu respiración fue completa, tu estancia en el hospital fue bloqueada por tu mente. Todos aquí prefirieron no tocar ese tema. Ese chico había causado escalofríos a cualquiera solo con ver su aspecto. —Hizo una pausa y continuó— TN, aléjate de él. Taemin no es un chico bueno.

—¿Crees que él ocasionó el incendio?

—No lo sé exactamente, pero aléjate de él.

La pequeña caricia que me dio Sky me produjo escalofríos, haciéndome dudar respecto a cada palabra que acababa de decir.

—Si necesitas algo puedes llamarme sin ningún problema. Sabes que mis padres te adoran.

—Gracias. Lo tomaré en cuenta.

Después de dejar a Sky no me sentía tranquila, mucho menos por la actitud que tomó Taemin frente a él.

¿Qué es lo que había ocurrido realmente?

—¿Qué es lo que te ha dicho? —Su voz grave hizo que lo mirase.

—Todo lo que ocurrió —respondí, sin seguridad.

Estaba preocupada, mirando aquella herida en su brazo.

No sabía si estaba haciendo bien. Solo sabía que necesitaba estar a su lado.

Taemin se encontraba sentado sobre el sofá, mirando la chimenea.

—Nunca quise hacerte daño.

La miró cuando TN se acercó, colocándose de pie enseguida.

—Siempre tuve miedo, Taemin. —Las yemas de sus dedos tocaron la cicatriz de su antebrazo—. Justo ahora estoy teniendo miedo de ti...

Su mano apartó el cabello de la joven, tocando su pómulo.

—Es bueno tener miedo. —Los oscuros ojos de este hombre emanaban un brillo particular—. Yo lo tuve. Tuve miedo de llegar a enamorarme, y, sin embargo, lo hice.

—Nunca lo supe, Tae... Quién eres, por qué apareciste en mi vida...

—Aparecí solo por ti.

Era una respuesta corta y no daba demasiados detalles.

Taemin se movía con demasiada rapidez. Se encontraba detrás de ella, acariciando su cabello con la punta de su nariz.

—Puede que te haya matado —musitó; su voz grave le hacía recordar aquel episodio—. Pero ahora simplemente me perteneces a mí.

Sus labios tocaron su piel mientras el cuerpo de TN era arropado junto al suyo.