La llamada

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El teléfono empezó a sonar. Estaba profundamente dormida y casi no tomo la llamada. Tengo los ojos entreabiertos y no leo con claridad quién me llama.

-¿Bueno?- Digo con voz dormida.

-¿Blanca?- Dice una voz de hombre que no distingo de quién es.

-Sí, soy yo. ¿Quién habla?- me incorporé en la cama para hablar mejor. 

Seguía sin reconocer esa voz. Puede que sea por el cansancio, el sueño, pero no sabía quién me podía llamar tan temprano cuando ya hacía casi un mes que había terminado de grabar. Ahora tenía las vacaciones que tanto ansiaba. 

Sin embargo, la vida tenía planeado algo diferente para mí y, como sabe que soy una adicta al trabajo, seguramente para eso era aquella llamada: Trabajo. Pero, lo que realmente ignoraba era que, aquella llamada, iba a cambiar mi vida por completo.




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