Nuestro infinito

Metamorfosis

Afortunadamente Alma es totalmente parecida a mí, es muy yo. Por este amor que le tengo a mi profesión y a este nuevo personaje, me cambio el color de mi cabello y lo que haga falta.

Comienza mi cambio. Estoy nerviosa, pero me encanta el proceso de esta transformación.

Me ponen a cargo de los mejores profesionales y me presentan a Álex, quien se va a hacer cargo de todo lo relacionado con mi cabello. En seguida hicimos buenas migas. Me empieza a platicar su experiencia en Televisa.

-Es una gran responsabilidad estar en mis zapatos; el cabello es el marco de la cara y, claro, millones de personas se fijan en el peinado de las actrices. Por eso me tomo muy en serio mi trabajo y cuido cada detalle. Me gusta que todas luzcan impecables.

-Pues qué bueno que me hayan dejado en tus manos.- digo tranquila.

-El honor es mío, no siempre le cambias el color de cabello a una reina de la belleza, nunca mejor dicho. Fuiste Nuestra Belleza México, ¿verdad?- Álex es de los pocos hombres, quizás sea el único, que puede hacer más de una cosa a la vez porque no para de hablar mientras trabaja con mi pelo.

Le cuento un poco mi vivencia en Nuestra Belleza y lo maravilloso que fue. De pronto, él me interrumpe como si lo que me tuviera que decir fuera algo que le quema y tenga que soltarlo:

-No es por nada, pero gracias a mí todas lucen un poquito más hermosas. Sin embargo, contigo creo que eso va a estar imposible, porque eres inmejorable. Impecable.

-Gracias- digo sonrojada, recibir piropos no es lo mío pero esto ha sido más que eso: es un halago.- Me halaga que me diga eso. Gracias, Álex.

No sé cuánto tiempo ha pasado pero creo que ya falta poco para ver el resultado de mi nueva imagen.

-Pocas actrices acceden a cambiarse la imagen. Eres muy valiente.- dice Álex mientras me presenta a mi nueva yo. -Saluda a la nueva Blanca.

Me quedo sin palabras. Me siento tan extraña ahora mismo. Le doy las gracias a Álex y me marcho.

Una nueva Blanca ha surgido.