Nuestro infinito

¡Gané!

Estaba exhausta debido al casting, pero el cansancio no era en vano. Una vez más mi esfuerzo se vio recompensado. El papel que tanto quería es mío.

Salgo del foro con una sonrisa enorme en la cara, y no es para menos. Estoy a punto de pedir un taxi cuando se acerca una camioneta. La ventana del copiloto se baja y alguien me dice:

-Blanca, ¿quieres que te lleve?- dice Fernando.

-Iba a pedir un taxi, no te preocupes. -digo con un poco de pena.

-Claro que me preocupo.- dice mientras se baja del auto, y me abre la puerta de atrás. De paso se sube conmigo. -No es ninguna molestia.- dice sonriendo.

-Gracias, me ahorraste pagar el taxi e ir aburrida y sola.

-No, pues dicho así hice mi buena obra del día.

Y así nos la pasamos todo el trayecto: platicando y riendo. El chofer de Fernando se estaciona en frente del hotel.

-Entonces mañana ya firmamos el contrato. ¡Qué padre que por fin trabajemos juntos!

-Al fin. Habrá que celebrarlo... -por un momento pensé que eso sonó un poco mal.

-Claro. ¿Por qué no vamos ahora a cenar?- menos mal que Fernando me agarra la onda.

-Pues...- estoy a punto de decirle que sí cuando suena mi teléfono.- Ah, espérame. ¿Bueno?

-Amor, soy Chris. ¿Qué crees? Estoy en México.

-¿Qué? ¿Cuándo llegaste?

-Ahora mismo. Así que mándame la ubicación del hotel.

-De acuerdo. Espera un momento. Ahora te llamo.

Cuelgo.

No me queda otra que darle las gracias a Fernando por el ride y decir no su oferta de ir a cenar.

-Eh... Me ha surgido un imprevisto... Resulta que...

-No tienes nada que explicarme.- me interrumpe con serenidad. Acto seguido se baja de la camioneta y me abre la puerta para que me baje. -Nos vemos mañana. Que descanses.

-Gracias. Hasta mañana.

Entro en el hotel y le mando un mensaje a Chris con la ubicación.