Capítulo 26: Soy bella pero no durmiente.

190 22 4
                                    

Las 04:23 a.m.

Y yo acá como idiota despierta. Había tenido una pesadilla de la que poco me acuerdo en la que aparece Abraham. Era muy confuso. Él aparecía en pasillos oscuros de una casa que nunca vi, cuando me acercaba desaparecía por arte de magia.

Mis sueños se volvieron raros desde que fui para que me leyeran el futuro.

Tampoco supe nada de mi querida amiga la hechicera.

Escuché varios golpes en mi puerta, haciendo que miré hacia allí. Temí en abrir ya que nadie debería estar despierto ahora. Pero como poco me interesó, camine y la abrí.

-¿Walter?- pregunté confundida. Tenía aspecto de no haber dormido nada en toda la noche. Apenas tenía un ojo abierto. Me sonrió y luego bostezo.

-¿Puedo dormir con vos?-su voz salió en un susurro.- Es que no puedo dormir sin una lámpara de noche.

Me hubiera reído de eso pero si lo hacía tal vez explotaria y despertaria a la casa entera. Papá no es agradable cuando lo despiertan.

Lo miré por unos segundos y asenti con la cabeza. Me hice a un lado dejándolo pasar. No se si es buena idea, quizás a la mañana despierte ya violada.
Nah. Pero siempre hay que estar alertas ante cualquier peligro.

Walter se acomodó entre las sábanas como un niño asustado y se dispuso a tratar de dormir.

-¿No era que no podías dormir sin una lámpara?-pregunté al darme cuenta de eso. El aludido río entre dientes.- Porque no tengo lámparas.

Se levantó despacio y se sentó al borde para mirarme.

-Kai, con que estés vos me alcaza- dice mientras se frota los ojos para poder ver mejor en la oscuridad. Sólo entraba luz de luna por la ventana.

Luz de luna tras su piel...

Se me vino esa frase a la cabeza y recuerdo averla escuchado por algún lado.

Walter volvió a su posición para dormir y me dejo espacio. Me recoste para poder conciliar el sueño y afortunadamente pude dormir bien.

[...]

-¡KAILY! ¡KAILY! ¡KAILY!- escuché unos gritos infernales provenientes de Walter.

Mi instinto fue colocar la almohada en mis orejas. Pero seguía escuchando esos gritos.

-¡A DESPERTAR!- Grita con cierta gracia. Seguro sabe que ya estaba despierta y lo hacia para molestarme.

Me levanté a regañadientes y lo mire con odio. Él sonrió. Estaba en el marco de la puerta con una taza de no se que y una galletita oreo en la otra mano.

-Ya era hora, duermes como la bella durmiente.-conservaba esa sonrisa intacta con un bigote después de tomar de su taza. Me reí y el fruncio el ceño confundido. Hice líneas con mi dedo remarcando arriba de mis labios y él se tocó allí. Su cara de "no importa" ya me la esperaba. Sólo se lamio esa parte.

-Soy bella pero no durmiente- dije y él sólo rió sin gracia.- No pude dormir mucho anoche.

Su risa cesó y me miró con comprensión.

-Te entiendo, yo pocas horas duermo y cuando por fin lo logró es sólo si tengo mi lámpara.-reí -No te rías, Kai. Ya se que suena tonto e infantil pero cuando era chiquito un ladrón entró a mi cuarto y trató de secuestrarme,no tenía como defenderme. El maldito me lastimó cuando mis padres ya estaban por entrar. Se escapó y desde ese día me da miedo dormir sin luz.

La Predicción. ||Abraham Mateo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora