Capítulo 21: Rick, dame eso.

199 15 8
                                    

"Ella es mía, idiotas"; esas palabras no salían de mi cabeza. Estoy en estado de shock que me impedía prestar atención a las sugerencias de Abraham, sobre las marcas de los productos de limpieza. Solo miraba un punto fijo en la sección de comida chatarra, como deseando comer unas papas fritas pero en realidad pensando sobre lo ocurrido.

- Ya habrá tiempo para comer papas fritas- Abraham me saca de mi estado y oigo como ríe- Kai, ¿Te ocurre algo? Te notó distraída.

Giró mi cabeza en dirección a él y niego a su pregunta. Su mirada delata lo no muy convencido de que no me ocurre nada. Le dedicó una sonrisa para que me crea y lo logró, porque me devuelve la sonrisa.

Seguimos caminando por los pasillos.

-¿Te parece si luego vamos a un parque cerca de aquí?- pregunta observando los estantes de comida- Digo, si no tienes otra cosa que hacer...

-Si, vallamos. Total después de limpiar necesitaría un descanso- digo empujando el carrito con los productos de limpieza.Veo como Abraham coloca un paquete de pan en el carrito y lo miró confundida- ¿Para qué el pan?

-Dah, para los patos- dice como si fuera lo mas obvio y el ríe, seguramente por mi cara de no entender.


-Abraham, no hay patos en el parque -digo y él me mira finjiendo indignación.


-¿Segura?- asiento- Entonces, ¿Cómo se llaman esas ratas con plumas que andan por allí picoteando el suelo y vuelan como unos miedosos?


-Palomas- afirmó y me echó a reír por lo tonto que llega a ser cuando lo conoces a fondo.

Él me mira con una sonrisa,mientras trato de parar mis risas de foca retrasada. Paró mi acto y lo miró perpleja.


-Eres hermosa cuándo ríes- dice en un susurró pero lo oigo perfectamente.


Trató de que mi corazón no me salga del pecho. Siento mis mejillas arder... Esperen, ¿Me estoy sonrojando? Rápidamente giró mi cabeza y trató de cubrir mis mejillas pero es imposible por mi cabello corto. Es cuando me doy cuenta de cuánto extrañó la peluca de Geldi.

- Ya lo sé -digo sonando normal y él ríe.

- No te hagas que no me acabó de dar cuenta de que te hice sonrojar- dijo y lo fulminó con la mirada.


-Tonterías, Mateo- digo siguiendo nuestro recorrido.


[•••]

-¿Con efectivo o tarjeta?- pregunta la chica de la caja.


-Con efectivo- responde Abraham, gentil.

La chica le sonríe y una sensación de furia nace en mí. Teclea un par de cosas y Abraham paga con su dinero porque según el es "Todo un caballero" yo no me negué, igual fue su culpa el incendio de mi casa.
La chica rubia con labios operados nos da las bolsas con nuestras cosas. Le guiña un ojo a Abraham y sigue en lo suyo.

Perra...

Salimos del supermercado y afortunadamente no están los chicos con hormonas hasta el piso.


-Que suerte que esos imbéciles no están porque les partiría la cara- dice alardeando y rió.


-¿Tú y cuántos más?- preguntó para ofenderlo y lo consigo.


-Para tu información soy el hombre más temible de Cádiz- dice con una sonrisa de presumido y egocéntrico.


-Eso ni tu madre lo creé, pero bueno, voy a fingir que es verdad y todos felices- digo haciendo una cara graciosa.

-Soy feliz con tenerte a mi lado, lobita- dice y veo como toma mi mano y la entrelaza con la suya. No la suelto, ni me opongo, solo disfrutó del momento.

[•••]

Al llegar a casa, nos pusimos a limpiar y secar los muebles. Varios libros estan mojados y destruidos. Abraham está limpiando la cocina, Rick las habitaciones, Rocky los baños y yo la sala. Ahora me ocupó de secar el sofá que no parece haber sufrido daño alguno. Le paso un trapo seco que absorve el agua dejándolo seco como si nada.

Siento unas manos en mi cintura y una respiración en mi cuello que me obliga a reaccionar y detenerme en seco. Al oler el aroma del protagonista de mi susto, me relajo. Me volteó y lo veo mirarme divertido.

-¿Qué?

-Perdón, creo que te asuste pero no fue mi intención- dice conservando esa mirada.

-¿Entonces por qué sonríes?-le preguntó.


-Porque quiero y puedo. También porque se que te encanta verme sonreír- dice pero con una sonrisa dulce. Al parecer no se equívoca...


-Eso no lo sabés, yo nunca dije que me gustará tú sonrisa-dije defendiéndome.

-Pero tampoco lo negaste-dice acercándose cada vez más a mí. Nos separaban unos centímetros, su respiración choca contra mi rostro y un aroma varonil inunda mis fosas nasales. Un delicioso aroma.

-Kaily, acabó de encontrar esto en...- nos separamos de inmediato y veo a Rick quieto en las escaleras con una cara que no logró descifrar. Cuando me percató de lo que tiene en las manos, mis mejillas arden de rabia y verguenza. Abraham ríe a carcajadas.


Rick tiene mi sostén en sus manos.

Rick me mira en burla y yo lo fulminó con la mirada. Voy corriendo tras el y el muy cobarde se esconde atrás de Abraham, quién sigue riendo.

-Rick, dame eso- lo amenazó pero hace caso omiso a lo que digo.

Abraham extiende la mano hacía atrás y Rick le pasa mi sostén. Los miró mal y Abraham salé corriendo fuera de mi casa como alma que llevá al diablo.

Hijos de...

Abraham se llevó mi sostén. Maldito.


__________________

¡Viernes!
Abrahamers, acá el capítulo de la semana

Espero les halla gustado y les tengo una pregunta...

¿Maratón?

Chau, besos desde Arg hasta su país.

SHIRLEY ( ˘ ³˘)❤

La Predicción. ||Abraham Mateo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora