Capítulo 4

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Los personajes de Ranma ½ pertenecen a la mangaka Rumiko Takahashi y solo escribo para los fans por diversión que aman esta genial serie de Anime y manga sin obtener algún ingreso económico.

Una pequeña advertencia antes de leer el capítulo, si hay personas que son sensibles y no leen cosas pasadas de tono (Sexo) Empiecen a leerlo a partir de la primera linea gris y continué con normalidad, si... creo que me pase un poco u.u

Capítulo 4

Eran más de las doce de la noche y afortunadamente el chofer se encargó de llevar a Ryoga a su habitación, ya que tomo como nunca y no podía con los dos y por los dos se refería a él y su reciente prima. No había duda de que ella si era una poderosa mala influencia para los demás. La venía arrastrando, casi parecido como el otro día, solo que estaba vez venía inconsciente. Abrió la puerta de su habitación y sin encender la luz camino hacia su cama y cuando la iba acostar en su almohada de lado izquierdo se fue junto con ella porque Akane lo agarró del cuello con fuerza y no le sorprendía en absoluto que estuviera despierta, se emborrachaba rápido, pero tenía fuerza de voluntad para aguantar más. Cayo con ella en la cama y lo apretaba muy fuerte que no podía levantarse. No pudo evitar sentirse bien estando cerca de ella. No entendía aun lo que sentía, pero extrañamente no quería que lo soltara. De nuevo vio la imagen de su esposa, se sacó esas ideas de la cabeza, no podía hacerle infiel. Prometió no volver a estar con otra mujer y así iba ser. Intento separarse de ella hasta que al fin lo logro. Akane levanto los brazos y se sentó en la cama.

—¿Por qué te vas? —Pregunto Akane.

—Duerme. —Ordeno Ranma. —Estas muy borracha.

Agarro su mano cuando miro que él se alejaba de ella. Lo jalo hasta lograr sentarlo cerca de ella, pero sin soltarlo y comenzó a acariciar su dorso. Se acercó a él y con su otra mano toco su mejilla y la acaricio acercando sus labios a los de él. Ranma reacciono rápidamente y giro su rostro a un lado, pero ella nuevamente lo volteo para que la mirara a los ojos. Ranma estaba hipnotizado con sus ojos y vio que nuevamente se acercó a sus labios, pero cuando estaba solo a unos pocos centímetros se detuvo.

—Yo aún amo a mi esposa. —Susurro Ranma sin moverse.

—Entonces ¿Por qué aun no me haz alejado? —Pregunto Akane viendo sus labios. —No hay ningún compromiso si así lo deseas... o es que te gusta ser el primer hombre de una mujer.

—Yo fui el primer hombre de mi esposa. —Susurro acercándose un poco y viendo sus labios.

—¿Puedes ser también el mío? —Pregunto Akane acercándose un poco más a él.

—¿Nunca has estado con un hombre? —Pregunto. —No te creo.

—No quieres comprobarlo. —Sugirió tocando su nariz con la suya.

—Creo que me pase un poco de copas. —Susurro Ranma. —Porque sé que mañana me arrepentiré.

Akane se lanzó para besarlo con deseo y fuerza y Ranma acepto con gusto poniendo su mano en su espalda baja para acercarla más a él y la otra atrás de su cabeza para profundizar el beso. Akane puso amabas manos atrás de su cabeza para acercarlo aún más. Así estuvieron un buen tiempo conociendo el sabor de ambos, explorando su boca y buscando como es más cómodo. Empezó desabrochar los botones de su camisa con una rapidez que en menos de 10 segundos ya estaba con la camisa abierta. Acaricio su pecho desnudo y Ranma sentía que se estremecía cada movimiento de sus suaves manos. Hasta rasguñarlo de los deseos que sentía por él. Akane jamás lo había sentido con ningún otro hombre y era una sensación tan agradable que no quería dejar de besarlo. Sus labios se separaron para que él diera inicio a su mandíbula besándola y después chupándolo como si se tratara de una paleta hasta morderlo y fue cuando un gemido salió de su boca y estaba seguro que eso lo emociono porque volvió a besarla con tanta desesperación y ansiedad. ¿Cómo no la haría? Si llevaba muchos años sin besar a alguien. Esta vez fue a su mejilla y cerca de su mandíbula hizo la misma acción. Cuando Akane lo sintió se acercó más para abrazarlo por completo pasando sus manos alrededor de su cuello. Lo levanto de la cama sin que se detuviera y se podía escuchar el ruido de como la succionaba y mordía. Le dejaría marca, pero eso no importaba para ella.

Corazón que no miente (Ranma 1/2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora