Flores.

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JongIn miraba los ramos de flores con recelo. Ninguno parecía convencerlo y el aroma que buscaba no estaba en ninguna flor.

— ¿Está segura que no tiene algo más?— pregunto cruzando los brazos con aquel porte serio. —lo que busco tiene que ser perfecto.

La dependiente, sonrojada e intimidada, corrió por los ramos más caros y preciosos. Comenzó a formarle un bonito arreglo donde las pequeñas flores blancas eran el centro de atención. Kai le daba órdenes disfrazadas de sugerencias hasta que estuvo satisfecho. Asintió orgulloso con el ramo en mano y sonrió imaginando la expresión de YiXing una vez se lo entregara.

—disculpa, ¿Es para tu novia? — pregunto la encargada jugando con su pelo.

Kai borro su sonrisa y dejo el dinero en la mesa. —no te incumbe. Gracias por tu trabajo.

El moreno salió de la florería y comenzó a caminar fuera del centro comercial. Ignoraba las miradas admiradas de las chicas y chicos humanos, sabía que era sumamente atractivo para todos pero le daba igual. Solo tenía en mente a YiXing y su bonita sonrisa.

De solo pensar en el chico del hoyuelo le daban ganas de sonreír y bailar. Ya sabía que el menor era un excelente bailarín y por eso había logrado que lo aceptaran en la misma academia donde YiXing estudiaba. Su ensoñación le nublaba la vista en ocasiones y lo hacía irradiar una inusual aura de felicidad.

Sintió su teléfono vibrar y lo dejo estar así unos segundos para escuchar el tono que más le gustaba y le gustara: YiXing diciendo "Kai hyung, ¡hola!"

<<"hyung, te esperare frente al café pandita (: ">>

Ponía en el mensaje. El moreno sonrió y de inmediato contesto.

<<"ahí estaré ;)">>


Estaba riendo en un tono bajo pero feliz. Después de una semana de su asignación a Seúl pudo encontrar a YiXing, claro que avisándole al chico del hoyuelo que ya se había mudado a Corea. Describir la felicidad que sintió cuando YiXing exclamo que estaba contento y emocionado de volver a verlo es igual de difícil que describir su odio a SeHun.

Y hablando del diablo, el vástago de cabello rubio no se había acercado para nada a él desde la semana pasada; precisamente desde la misión en noruega. No le molestaba pero si le extrañaba, era usual verlos compitiendo discretamente para superarse y que no lo estuvieran haciendo, el menos de un lado, era muy extraño.

Quizás le tomaba la importancia que no merecía. Alejo al vástago de sus pensamientos en cuanto observo a YiXing acariciar a un cachorro que jugaba alrededor de sus piernas. Se le hizo una escena más que bella; la ternura natural de YiXing y lo lindo que se veía con un perro en sus brazos.

Se quedó de pie unos minutos para admirarlo con una sonrisa. Se veía tan puro y feliz que el miedo de que su raza o los lupinos le hicieran daño lo golpeo por primera vez. No solo los sobrenaturales podían lastimar a YiXing, los humanos podían ser aún más crueles que las dos razas. No lo pensó hasta ese momento, al menos no con la gravedad que merecía.

Sintió verdadero miedo de solo pensar en que alguien como YiXing estuviera herido y bañado en dolor. El muchacho del bonito hoyuelo no tenía por qué sufrir por culpa suya. Se dio cuenta que había girado su cuerpo cuando escucho al pelinegro.

— ¡Kai hyung! — exclamo YiXing en un lindo coreano. —llegaste a tiempo. — la sonrisa que le mostro le causo un hueco en el corazón que había empezado a latir solo por YiXing.

Humanitas *[SeXing/KaiLay]Where stories live. Discover now