Todo Cambia (Justin Bieber).

Capítulo 7: Eres la más hermosa.

Narra: Justin.

Me desperté, abrí los ojos lentamente ya que estaba muy cansado, cogí mi iPhone de la mesita de noche y vi que eran las 11:00 am. Miré a mi lado y estaba Ámbar dormida, parecía un angelito, era tierna y se veía muy linda. No sé porqué pienso estas cosas, con sólo hace dos días de haberla conocido, está causando muchos efectos en mí; lo que otra chica no ha logrado hacer, es más, ni siquiera Selena, ella me gustaba y toda la cosa, pero con Ámbar es diferente y me parece súper hermosa, no me había dado cuenta y me quedé ahí mirándola todo el tiempo con una sonrisa.
Salí de la habitación, me organicé y fui al estudio, ya que tenía que estar todo el día allí.

Narra: Ámbar.

Me desperté, miré a mi alrededor y ahí fue cuando me di cuenta de que era la casa de Justin, Justin Bieber, Dios aún no lo puedo creer, estoy aquí, en su casa, en su habitación y en su cama.
Vi que no estaba Justin, entonces salí de la habitación y en la mesita que estaba detrás de la puerta habían unas rosas, bueno, unas rosísimas junto con una carta, cogí las rosas, olían delicioso y luego cogí la carta y la leí.

"Hola nena, tuve que ir al estudio, luego te llamo, aquí te dejo estas rosas y por cierto te veías hermosa así dormida, parecías un angelito, bueno, lo eres.
Besos.
Att: El amor de tu vida."

Woo esperen un momento, Justin, el mismo Justin me mandó esto.
No lo puedo creer y cómo qué Att: el amor de tu vida.
Fui a desayunar, me hice unos pancakes, les puse Nutella y unas fresas. Luego fui a la habitación y me metí a la ducha, mientras me echaba el jabón, estaba cantando la música que había puesto en mi iPhone.
Beep, beep, beep. Estaba sonando mi teléfono, así que me sequé las manos y lo cogí. Era Justin. Inmediatamente se me salió una sonrisa.

-Hola princesa, ¿Cómo estás?

-Hola, bien y ¿tú?

-Bien, aquí en el estudio, ¿Qué estás haciendo?

-Me acabas de interrumpir algo muy relajante.

-¿Como qué?

-¡Me estaba bañando!

-Oh lo siento princesa, si quieres ya mismo voy y nos bañamos juntos. -dijo en un tono pícaro.

Me sonrojé, así no me estuviera viendo.

-Claro. -reí.

Rió.

-Tengo que seguir nena, ya le pregunté a scooter y dijo que me podría ir en una hora.

-Que bien, entonces te espero.

Y ahí corté.

Me seguí bañando con una sonrisa en mi rostro. Luego salí y me puse unos jeans ajustados, unos converse negros y una camisa cuello bandeja de color negro. De maquillaje me puse, la base, polvos, rubor, rímel y por último un labial rojo.

Al rato llegó Justin.

-Hola nena.

-Hola, ¿cómo te fue? -le sonreí.

-Bien, estoy muy cansado.

Le hice un puchero.
Miré la hora y eran las 6:30.

-Ven para acá. -le dije mientras lo tomaba del brazo, entramos a la habitación, cerré la puerta y apagué la luz.

-Acuéstate boca abajo. -le ordené.

El me obedeció y se acostó así mismo, le quite suavemente su camiseta y me senté encima de él, de su perfecto culo.

-Oh nena. -jadeó Justin.

Sonreí y empecé a hacerle masajes por su gigante espalda.
Después de terminar los masajes me levanté de él, me senté en la cama, Justin se levantó y se sentó hacia mí como si me pudiera ver (estaban a oscuras).

-Chica, ¿qué haces para ponerme así?

-¿Cómo? -sonreí.

-Esos efectos que haces en mí a pesar de que nos conocemos muy poco tiempo, cada vez que te toco, al sentir tu piel, me pasa como una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, cada vez que miro tus labios, tu cara y tu cuerpo son tan.. perfectos. Toda tú eres hermosa.