-Muchísimas gracias, Jan.
-No es nada Míriam, ¿cuántos años tienes?
-Tengo 21.
-Que quede entre nosotros, a Saúl le traes loco.
-Pf, no me había dado cuenta.-rodé los ojos-es un pesado, siempre que me ve me pide el número, joder que no, que no insista.
-Es un buen chico, pero si no te entra por los ojos...
-¡No! No es eso, es guapísimo, y tiene un cuerpazo, a cualquier chica le gusta, pero mira, que no, yo soy periodista, esto traería muchas polémicas, y no voy a tirar a la basura tanto tiempo estudiando para que venga un chico y me distraiga de mis quehaceres.
-Saúl es muy atento, y valora lo que tiene, cuánto más te hagas la dura más te va a desear. Me tengo que ir, un placer Míriam.
-Llámame Mimi, lo mismo digo Jan.
Nos dimos dos besos y mientras el celebraba yo llamé a la agencia de A3, ¡nos vamos a Milán!
(...)
Faltaba sólo una semana para la final, tendría que entrevistar a algunos jugadores, cómo no, a Saúl.
Después de entrevistar a Torres, Yannick, Saúl y Oblak, entrevisté a Diego Simeone.
-Míriam, para nosotros eres como del equipo, esta noche haremos una cena, vendrá todo el equipo de preparación, y queremos que tú también.
-Estaría encantada, pero no sé si les parecerá bien a los jugadores.
-Están más que de acuerdo, sobre todo Ñíguez, esta noche a las, no nos falles.
Y nos fuimos todos. Ala, a arreglarme. Me puse una falda de lentejuelas rosa palo, con una camiseta sin mangas del mismo color y unos tacones beige. Dejé mi pelo suelto, me maquillé y me puse unos pendientes azul turquesa y rosa. Perfecta.
Alguien llamó al timbre.
Saúl.
-¿Cómo sabes dónde vivo?
-Lo sé todo, Míriam.
-¿No podía venir otro a recogerme?
-Sí, pero quiero hacerlo yo, sube al coche.
Me subí. Había un silencio incómodo, pero lo prefería antes que hablar con él. Llegamos y salí rápido del coche, él suspiró. Pasé al restaurante y me senté al lado de Oblak y Godín.
Acabamos de cenar y yo salí a la terraza. Saúl vino detrás, se puso delante de mi y empezó a mirarme, de arriba abajo, con deseo. Y yo lo miraba a él de la misma forma. Qué pelo perfecto, qué ojos, qué cara, qué hombros, qué cuerpo, qué Saúl. Y cuando menos lo esperé, me besó. Un beso con deseo, con necesidad, y yo le besaba a él. Me cogió aúpa y se sentó en un banco, levantó mi falda y acarició mi feminidad por encima de mis bragas, yo le besaba el cuello, metió uno de sus dedos dentro de mí, y succioné, metió otro dedo y lo movía rápido.
-S-saúl...
-Shh...
Movía sus dedos arriba y abajo, derecha a izquierda, en círculos...esto era el paraíso, pero tenía que parar.
-Saúl para.
-Oh vamos, no me digas que no estabas disfrutando.
-Sí, y mucho, pero esto no está bien.
-Al menos dame tu número, ¿ahora sí me lo darás no?
-No.
-¿Sabes qué? Que sólo eres una calientapollas, que te den.
ESTÁS LEYENDO
Sólo quiero ser tuyo (Saúl Ñiguez)
FanficMíriam Sánchez es una periodista deportiva española. Saúl Ñíguez es un jugador de fútbol del Atlético de Madrid. Se conocen, y uno de ellos no puede vivir sin el otro, pero siempre hay algún problema. Descúbrelo en "Sólo quiero ser tuyo".