Capítulo 6

2.6K 89 12
                                    

Ya había pasado una semana, Saúl no me había llamado. ¿Si tanto interés tenía en conseguir mi número por qué no me llama ahora que lo tiene? No lo entiendo...

Pero yo tenía que seguir con mi trabajo, esta semana la había tenido libre por que tenían que pagarme el haber viajado a Milán y Alemania. Pero todo llega a su fin. Me puse una falda negra y una camisa blanca con unos tacones negros, cogí mi bolso y me subí a mi Mercedes negro para ir a las oficinas.

-Buenos días.-Sonreí.

Pasé directamente a mi sección y empecé a trabajar.

(...)

Recibí una llamada de un número desconocido mientras comía.

-¿Míriam?

-Sí, soy yo.

-Soy Saúl.

Mi corazón dió un vuelvo, me había llamado.

-¿Qué hay?

-Nada importante. ¿Puedo ir a tu casa esta tarde?

-Eeh...sí, sí puedes.

-Hasta luego, preciosa.

Y me colgó.

Pagué y fui corriendo a mi casa. Me quité la ropa de trabajar y me puse un conjunto cómodo y unas chanclas, até mi pelo en una coleta y organicé mi casa. Saúl llamó.

-Hola preciosa.

-Saúl, pasa.

-Me gusta tu casa.

-A mi también.

-Pero me gustas más tú.

Me besó y me tumbó en el sofá, cogió mi pantalón y cuando me quise dar cuenta los dos estábamos sin ropa y follando, nos corrimos sobre la tapicería del sofá.

-Oh Dios mío, ¿con qué limpio esto?

-¿Acabamos de follar y te preocupa el sofá? Eres increíble...

-No, a ver, me ha encantado, el mejor polvo de mi vida, te lo juro, pero mi sofá es nuevo...

-Anda tonta, vamos a limpiarlo. 

Lo limpiamos y le ofrecí algo de beber.

-Me gustaría tener algo serio contigo, Míriam.

-Escúchame, yo no quiero ataduras, quiero salir de fiesta, follarme a cualquier tío, volver y no tener a nadie enfadado a quien darle explicaciones. A parte de que la prensa va a pensar que estoy contigo por dinero.

-Eres un guarra, pero eres tan...tú, que no puedo evitar perder la cabeza por ti, pasarme el tiempo libre googleando tu nombre, buscando fotos tuyas... Tengo un remedio para que no quieras estar con ningún tío que no sea yo, Míriam, vas a enamorarte de mí tan profundamente que vas a desearme, vas a rogarme que te haga mía como esta tarde, y en ese momento, sabré que me quieres tanto como yo a ti, y tú te darás cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida junto a mí.

Sólo quiero ser tuyo (Saúl Ñiguez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora