Capítulo 9

2.1K 89 7
                                    

Hoy tenía libre, sólo me quedaba una semana de trabajo y tendría todo el verano para mí, y por lo visto también para Saúl. Estábamos en mi casa viendo el partido de España contra Chequia.

-¡GOOOOOOOOOOOL!

Nos levantamos y nos abrazamos. Sólo era un gol, podíamos pasar o no de la fase de grupos pero siempre he llevado muy, muy dentro la Selección Española.

-Recuerdo el día que ganamos el mundial...

-¿Estuviste allí?

-Que va, ojalá. Estaba en la universidad estudiando, recuerdo que al día siguiente tenía una recuperación importantísima, creo que era de latín. El caso es que me pasé toda la tarde con mi familia y amigos, mi casa es grande y allí nos juntábamos todos. Cuando Iniesta marcó el gol, bua, fue una locura, mis padres empezaron a besarse, mi hermano a tirarse de los pelos, y mis amigas y yo histéricas. Estuve hasta las 6 de la mañana de fiesta por Madrid celebrando que habíamos ganado.  Así que tuve que pasarme desde las 7 hasta las 12 del mediodía estudiando para la recuperación. Lo pasé fatal, pero mereció la pena jajaja.

-Yo lo viví con mis padres, hermanos y mi antigua novia. Me amargó la noche, se pasó todo el partido hablando y diciendo que se aburría, cuando ya habíamos ganado fui a darle un abrazo y dice, ¿qué pasa, hemos ganado?

-Jajajajaja.

-Míriam, quiero conocer a tu familia.

-¿En serio? Ahora mismo lo tienes difícil; mi padre está en Vigo, y mi madre trabajando hasta julio. Mi hermano ya te conté.

-Cuando sea, sabes que voy en serio Míriam.

-¿En serio como?

-Tan en serio como que te quiero.

-Ya te lo dije Saúl, ahora mismo no quiero nada con nadie, y eso de presentarte a mis padres es muy serio, puedes gustarles o no, y son capaces de hacerme dejarte como no les gustes.

-Bueno pues déjame que te presente a los míos por lo menos.

-No.

-Por favor...

Y ahí iba yo, en el coche de Saúl camino a Elche para conocer a sus padres. Iba a ir arreglada, pero Saúl me dijo que íbamos a ir a la playa así que me puse una camiseta de tirantes suelta negra, unos vaqueros y una sandalias, debajo llevaba el bikini.

-Llegamos, tranquila, seguro les caes bien.

Pasamos a su casa, allí estaban sus hermanos y sus padres. 

-Hola papás. 

-Hijo-Dijo una mujer con el pelo castaño tirando a pelirrojo, un poco gordita abrazándole.-¿Quién es tu amiga?

-Es Míriam, Míriam, mi madre, María.

-Encantada.-Sonreí y le di dos besos, después a José Antonio, su padre, que más tarde también vino a darle un abrazo a su hijo.

Fuimos al salón donde estuvimos hablando, la madre de Saúl no me miraba bien, parece que no le he caído como su hijo esperaba. Aaron, su hermano, me salvaba de muchas preguntas que sus padres me hacían. Hasta que María apartó a Saúl a una esquina de mi habitación, por desgracia para ella, tengo el oído muy agudo.

-Saúl hijo, no me gusta esta chica para ti.

-Mamá, nunca te han gustado las chicas para mi.

-Pero no me gusta, hijo, entiéndeme.

-No, no te entiendo, es perfecta, y tiene la mejor personalidad de las chicas que he conocido, la quiero.

-Esta es diferente, sólo te quiere por dinero, se le nota.

Y me levanté, puedo no querer nada a una persona igual que puedo quererla, pero a Saúl no le quiero por dinero, por que sí, le quiero.

-Perdone, María, espero que me disculpe por escuchar su conversación con Saúl, pero no puedo evitar meterme cuando estáis hablando de mí; yo quiero a su hijo, lo admito, no tanto como él a mi, pero le quiero, y no es por dinero. Por que si por dinero fuese, le juro que ya le habría dejado sin un duro en su cuenta bancaria.

-Yo...lo siento, Míriam. Entiéndeme es mi hijo y no quiero que sufra.

-La entiendo, lo que no entiendo es que juzgue sin conocer, por que en una hora no se conoce a nadie. Me ha costado mucho llegar hasta donde he llegado, he perdido a muchas personas, incluído novios por el camino, y te puedo asegurar que lo que menos me importa de su hijo es su dinero.

-Vámonos a la playa.-Intervino Saúl.

-Sí, vamonos. 

Fuimos a la playa que no estaba muy lejos de su casa, a unos 10 minutos andando. Llevaba un bikini de estampado:

 Llevaba un bikini de estampado:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pasamos la tarde en la playa, y María volvió a apartar a Saúl, este volvió con los ojos rojos diciendo que nos íbamos. Una vez en el coche empezó a llorar.

-¡Saúl!No llores, tranquilízate.


Sólo quiero ser tuyo (Saúl Ñiguez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora