No me dejes

Capitulo #15

—Bien —la rubia deja salir un audible suspiro —No volveremos a Los Ángeles, vamos a averiguar primero su dirección exacta.

—¿Cómo se supone que haremos eso? —inquiere la pelirroja sin verla, está muy concentrada en abrazar su carta con los ojos cerrados.

—Yo me encargo. Ahora ve al trabajo no queremos que Florencia sospeche —la pelirroja no dice nada pero en sus pensamientos está todo.

"Ella ya lo sospecha... Y seguro me está vigilando, pero igual iré por mi novia"

Aubrey desaparece, la pelirroja sube a la habitación y la observa. Ahí están algunas cosas de su novia, pues el día en que se marcharon solo se llevaron lo esencial.

Se acuesta en la cama, aquella donde tuvo el honor de tomar la virginidad de la DJ, aquella cama donde en algún momento fue el lugar más bello pues tenía todo lo que necesitaba.

"Sus besos, se volvieron las letras que conformaban mi historia"

Observa una vez más la carta, ahora ese pequeño trozo de papel tiene un significado increíble.

—Voy a encontrarte Beca, le hice una promesa a tu padre y la cumpliré. —cuando eres humano y te sientes solo es extraño hablar hacia la nada, pero en el caso de los fantasmas, parece ser normal.
El timbre de la puerta principal interrumpe la platica consigo misma. Se incorpora en la cama pensando en quien podría ser.
Aubrey no, pues no necesita tocar, y nadie más la visita pues se supone que es una casa abandonada.

"Quizás sea otra carta..."

Tras ese pensamiento deja la hoja sobre la cama y corre saliendo de la habitación, atravesando el pasillo hasta bajar las escaleras. Al estar a unos pasos de la puerta nota que nada ha sido deslizado por debajo de ella, el timbre vuelve a sonar una vez más.

¿Quién podría ser?

Toma la perilla de la puerta y la abre. Su expresión se tiñe de admiración y confusión al verla ahí frente a ella.

—Chloe me alegro de que estés aquí, no sabia como encontrarte. —esta sollozando pero la pelirroja no sabe si abrazarla.

—¿Staice qué haces aquí? —no veía a la castaña desde que ella juró jamás volver a tener contacto con fantasmas o hablar de su existencia con otra persona, eso fue mucho antes de que todo en el mundo fantasmal se volviera un desastre.
Y bueno, los humanos no le dan ninguna importancia a un juramento.

—El está mal, y me pidió que viniese a buscarte —informa.

—¿Él?

—Bumper. Chloe ven conmigo. Te explicaré en el camino. —limpia sus lagrima con su mano y hace ademán hacia su auto.
La pelirroja asiente y sale siguiendo a la castaña.
Staice toma el lado del conductor y la pelirroja se transporta al interior en el lado del pasajero.

El auto es puesto en marcha y durante unos minutos es todo silencio.

—Staice... —llama, pero la castaña solo intenta contener el llanto. —¿Qué sucede con Bumper?

—Hace algún tiempo tuve un accidente, lo acompañamos al hospital y pensábamos que todo estaría bien. Así fue por un tiempo pero comenzó a sentirse mal — su mirada no se desvía en ningún momento de la carretera. —Será operado y quiere verte antes de que ocurra. Tiene algo que decirte.