Más que hermanas

Capítulo 5

El camino era cada vez más confuso. "¿Por qué me había vuelto a llamar Cyan? No puedo pensar con claridad. Habían pasado dos meses desde que no volvimos a hablarnos. Estaba tan enamorada de él como ciega. Me había puesto los cuernos con una tal Azabache. La gente decía que se parecía mazo a mí pero eso no es excusa como para traicionarme de esa manera, además dicen las malas lenguas de que intentó entrarle a mi prima. Perdía el tiempo, solo hace falta verla, a ella le pierden los agujeros. Me acuerdo haber conocido a Cyan en el grupo de batallas de Territorial. Me salvó la vida de un franco. Ya sé que te autoregeneras luego y tal, pero fue tan romántico... Al menos en el momento. Simplemente me despedí de mi prima hermana barra novia así porque no quería que sufriera. Aunque por su hilo de voz sabía que sufría y mucho. Ella debería saber que no soy ese tipo de persona, sé y sabe que estoy confusa, pero debería confiar un poco en sí y en mí."

-Mar si te he llamado es porque...
-¿No te había dejado claro de que te olvidarás de mí?
-Mar por favor déjame explicarme... Si no te importa, ¿podrías quedar esta tarde? Te hecho mucho de menos, a ti, a tus labios, tu sonrisa, tus abrazos...
-No creas que me vas a volver a conquistar con simples palabrejas...
-El otro día fui a tu concierto con unos colegas. Me entraron ganas tentadoras de subir al escenario y besarte.
-Cyan...
-¿Crees que me podrás perdonar?
-N-no lo sé.-hubo una pausa-. Contéstame, ¿por qué me pides perdón tras estos dos meses en los que has estado completamente desaparecido?
-Simplemente me lo he tomado como un castigo, una chica tan bella como tú no debería sufrir tanto por un gilipollas como yo. Aun así aquí estoy, para escuchar tu decisión.
-¿No íbamos a quedar para hablarlo?
-Qué te parece una paradita en el McInkling, pillamos unas bolsas de patatas y vamos... Yo que sé... ¿al Spa Cala Bacalao? Así vemos algún territorial mientras comemos.
-No es mala idea... Está bien me prepararé o algo...-concluía Mar no muy convencida.
-Venga preciosa que va todo a salir bien, ¿te había dicho que eres las más bella de todas?
-Me dices tantas cosas...
-¿Quedamos ahora en la plaza de Cromópolis?
-Está bien... Chao.

Cyan le mandó un beso por el teléfono y colgó. Mar no estaba para nada segura de lo que estaba haciendo. Lo único que le llamaba eran las patatas fritas. Se levantó de la cama y lanzó el móvil contra ella. "Las 4:30, ¿tanto tiempo he estado hablando con él? Menudo liante". Cyan es un inkling que generalmente prefiere ir de color azul, solo tiene 16 años, es bastante pequeño para Mar ya que esta tiene 19, pero el chico le pareció tan mono desde un principio que no se pudo resistir. Aún así es lo que era, un crío que aún está experimentando y se empina con cualquier otra chica. Mar no era tonta, no podía fiarse de ese tío ni loca, además, también está Tina por medio. Comienza el debate: ¿Tina o Cyan? Al menos su prima siempre será su prima, nunca la traicionará.

Mar se dejó llevar por la situación cogió una camiseta azul, unos pitillos negros y una cazadora de cuero negra también. Cambió su color de pelo y deshizo su lazo tan característico para que no la reconocieran los fans. Salió de la habitación y pasó por el salón. Miró para Tina. Al parecer llevaba un buen rato llorando, no soportaba verla así. Se acercó a ella, le acarició la tripa y le susurró al oído: "Guapa, luego solucionamos todo, ¿vale?" Le dio la espalda a Tina y se fue.

Por el camino se quedó pensativa. El mundo se la volvía a jugar. ¿Por qué el amor es tan difícil? ¿Acaso sigue enamorada de Cyan? Es alto, guapo, tiene buen tipo... Cualquier chica se hubiera quedado pillada por sus ojos azules... como el mar. "Espero que no se saque conclusiones precipitadas por ir de su color favorito". Tina volvía a su mente también, una y otra vez. Besaba bien la cabrona, además de tener los pechos algo más grandes que ella. Primero de todo, antes de elegir entre Tina y Cyan, ¿hombres... o mujeres? Hombres sin duda, pero... entonces, ¿por qué prefiere a Tina? ¿Qué tiene de especial?

"-¡Mar! ¡¿Dónde estás?! Mar... Por favor contesta...-gritaba desesperada Tina.

Había mucha gente, aunque no había mucho barullo, la verdad era una ciudad monótona, sin color... ¿Dónde demonios se habían metido? ¿Por qué querría el abuelo que fuéramos allí? Estaba a punto de llorar, además el rodillo que me dio era muy pesado y difícil de llevar...