No me dejes. (Yaoi/Gay)

Una tarde juntos

POV Joshua

Louis se había quedado dormido, simplemente lo recosté en el sofá y me dirigí a la cocina. Agarre una pequeña taza y vertí un poco de leche en ella y la puse en la mesa de la sala. Coloqué al gatito frente a ella y este empezó a tomar de el. Volteé a ver a Louis y me acerqué a el. Se podía ver una traicionera lágrima en la comisura de su ojo. Me pregunto por qué reaccionó así cuando le pregunté eso. Debió tener un pasado un poco difícil. Me gustaría saber más de él, pero no sé si confiara lo suficiente en mi, de seguro no. Sin darme cuenta mi mano estaba sobre su cabeza y al parecer no le molestó.

Me levanté del suelo después de un tiempo y decidí llevar a Louis a su habitación, pero cuando estaba a punto de levantarlo le dio un pequeño golpe a mi mano.

+ No me toques
- Pensé que estabas dormido.
+ Pensé que ya te habías ido.

Louis se levantó y dirigió su mirada al gato dormido sobre la mesa.

+ Entonces no fue un sueño... - Dijo mientras tomaba a Taro en sus brazos.

- Solo no lo mates, cuídalo bien

+ PUEDE QUE NUNCA HAYA TENIDO UNA MASCOTA PERO PUEDO CUIDAR UN GATO - dijo molesto mientras apretaba con fuerza a Taro. Pobre gato... Reí un poco al ver su actitud tan infantil, Louis solo se sonrojó un poco haciéndolo ver sumamente adorable.

Después de un tiempo, convencí a Louis de ir juntos a comprar lo necesario para Taro. Caminamos charlando normalmente hasta llegar al centro comercial. Notaba a Louis algo distante, más de lo que ya es. Louis era esa clase de persona que era amigable con los demás pero no habla mucho de él mismo, más bien, se aleja antes de iniciar ese tipo de conversación y por eso lo hacía verse distante. A diferencia de Kou y Mak que amaban hablar sobre su vida, aunque no he oído sobre la familia de Mak tampoco.

Después de un tiempo volvimos al apartamento de Louis, charlábamos, reíamos y nos divertíamos jugando con Taro y videojuegos. Era tarde y decidí ir a mi casa a dormir, me levanté y me dirigí a la puerta. Lo notaba algo cansado, me iba a despedir e irme pero solo porque me gusta molestarlo pegué mi frente junto con la de él y me despedí, tardó un poco en reaccionar y cuando lo hizo se apartó lo más rápido que pudo con un leve sonrojo. Es adorable.

Después de eso me encaminé a mi propio lugar, mientras más cerca estaba de ese lugar la amargura me consumía. Puede que haya venido aquí de intercambio pero ya he estado aquí antes, la casa de unos familiares, mis tíos, para ser exactos. Al entrar un sentimiento de melancolía agridulce me lleno. Pasé mi infancia aquí, por el simple hecho de que mis padres no querían un hijo y me tiraron aquí con ellos, dónde tuve que aprender a vivir solo, mi tía con problemas con el alcohol y mi tío con problemas de salud. Cuando tenía 12 murieron y mis padres me llevaron a Inglaterra... a un orfanato, ya que si me dejaban en este país podían ser arrestados. El cuál a los 17 años me echaron. Me pregunto qué se siente estar en un hogar...

Mis propios recuerdos me dejaron exhausto y las vacias y tenebrosas calles de noche de esta ciudad no mejoraban mi ánimo. Nada que una ducha y una siesta no arreglarían. Ya que estoy aquí debería ir a la montaña... o a la playa... tal vez pueda ir el otro fin de semana.