No me dejes. (Yaoi/Gay)

Noche de tragos

Al fin es el 25 de setiembre, lo cual significa que es el cumpleaños de Louis, ya tenia 18 años y era legalmente un adulto. Debería de sentirse alegre pero no lo estaba, porque en este mismo día fue abandonado por su propia familia, no quería moverse del sillón y el pequeño Taro intentaba inútilmente animarlo jugueteando con su mano y este solo forzó una sonrisa al verlo.

No hizo nada en todo el día mas que leer, se termino dos libros del tamaño de una gigante enciclopedia cada uno. Tampoco almorzó y el aburrimiento lo consumía; fijaba su mirada en su identificación que estaba en la mesa, con la cual podría hacer cosas que antes no podía, como viajar a otro país o cambiarse el nombre, pero no lo haría. Se quedó en el balcón mirando la puesta del sol hasta que una llamada de su mejor amigo interrumpió el silencio, el cual lo había llamado para invitarlo a un bar para que tuviera su primer trago. Intentó rechazar la oferta pero cedió, tal vez no sea tan mala idea.

Siguió la dirección que Mak le había dado hasta entrar al acogedor lugar lleno de personas hablando sentadas en las butacas y una barra al final del establecimiento. La música no era tan desagradable y no había demasiada gente bailando. Se acercó donde estaban Mak y Allen sentados, no esperaba ver a Joshua o a Kou pero ahí estaban y Kou al parecer trajo una amiga también. El castaño pidió unas cervezas para empezar, el era el único que no había probado ninguna bebida alcohólica y de verdad el era un santo y virgen en todos los sentidos, un verdadero puritano, como solía llamarlo el de ojos carmesí.

Al principio, el amargo sabor de la bebida no le agradaba mucho pero sin darse cuenta ya se había tomado 2 de ellas. Las estúpidas y divertidas conversaciones lo distraían de su entorno y de cualquier cosa que hiciera.

Ya era casi media noche y los tragos ya le habían hecho efecto a Louis. Quería irse a casa pero este apenas podía mantenerse despierto. Mak pagó sus tragos y salió del local con Allen, al igual que Kou y su amiga, Louis ya se había quedado dormido en la mesa del local y Joshua decidió llevarlo antes del que el dueño lo echara del lugar. Lo cargó en su espalda hasta llegar al hogar del azabache. La puerta estaba abierta, sorprendentemente. Se encaminó al cuarto del ojiazul seguido de el pequeño Taro. Louis ya se había despertado y le dolía la cabeza, todo le daba vueltas, se aferraba más a Joshua, como si tuviera miedo a caerse de su espalda, sentía una calidez que lo llenaba de melancolía y el de cabello dorado sonreía al sentirlo tan cerca.

Joshua dejó a Louis en su cama, dispuesto a marcharse pero este le agarro por la espalda, aún sentado. Joshua lo miró confundido pero se sentó a su lado, el no estaba tan ebrio como Louis; este no decía nada, simplemente lo miraba incrédulo, con los ojos cristalinos se preguntaba porque el británico lo confundía tanto. A punto de llorar decidió cortar ese contacto visual que parecía durar una eternidad, le alegraba estar con el, de un modo diferente, aunque solo lo conociera por un mes y medio.

Joshua sabía que al estar ebrio podía recordar cosas que no quisiese, se acerco a el y recostó su cabeza contra su hombro y este soltó unos cuantos sollozos y lo abrazó más hacia él.
- Por qué me siento así cuando estoy contigo? - preguntó Louis en un susurro casi inaudible pero Joshua logró oírle claramente. Le sorprendía que no hablara casi nada, aún borracho no expresaba tanto sus sentimientos. El menor se separó un poco del abrazo y con sus manos empezó a acariciar el cuello del mayor, el cual lo rodeó por la cintura con sus brazos y dejó a escasos centímetros de distancia entre ambos. Joshua parecía estar hipnotizado por Louis, quería estar más cerca de él, abrazarle, besarle y tocarle más pero este se opondría, ya que sus sentimientos eran confusos hacia él.

Se acercó un poco para plantarle un beso pero Louis puso su mano en frente de los labios del otro, Joshua sintió un vacío enorme cuando lo hizo.
- Hazlo cuando esté sobrio y pueda recordarlo - susurro sonrojado Louis y Joshua simplemente le sonrió y le dio un beso en la frente.