No me dejes. (Yaoi/Gay)

Neko

Qué hago? Qué debo decir? Okay, okay, tranquilo. Justo cuando no quería verlo y me llegó este paquete, tiene que llegar.

- Qué pasa? Te veo un poco alterado
+ Eh? Ah, es que hace poco recibí esta caja y resulta tener un gato adentro.
- Ah? Un gato? Déjame verlo! - Dijo mientras iba corriendo hacia la caja en el sillón, sacando esa bola negra de pelos. Parecía un niño jugando con el gatito, cuando el azabache le intentó morder el dedo a Joshua no pudo, ya que la mano del rubio era más grande que el pobrecito.

Se veía tan tierno... El gato! El gato se veía tierno! Mierda, me arde el rostro. Cerré la puerta y me dirigí hacia el sofá, sentándome a la par de Joshua. Realmente le agrado a ese neko.

- Cómo se llama?
+ No tiene nombre
- Qué clase de persona encerraría a esta pequeña criaturita en uno caja? Pobrecito, pongámosle un nombre!
+ Ah? Y-Yo no pienso quedármelo! Seguro es de alguien!
- Si estaba en una caja y frente a tu puerta no creo que tenga dueño.
+ Por qué no te lo quedas tu?
- Por qué parece que te quiere más a ti.
+ Eh? - No se como no lo noté antes, pero esa bola de pelos de había dormido en mi regazo. Era muy suave y lindo, no sería tan mala idea...

- Taro - fue lo único que me dijo el rubio antes de apoyar su cabeza en mi hombro y empezar a acariciar al gato de mi regazo. Mierda! Mi sonrojo se elevó más de lo normal. Qué está haciendo?

+ T-Taro?
- Si, le sienta ese nombre
+ S-Si...
- Entonces si te lo quedarás?
+ S-Solo hasta que alguien lo reclame.
- Cuídalo bien -
+ Si, si. -

- Eres tan lindo...
+ EH?!
- M-Me referia al gato!
+ A-A-Ah si, es muy lindo - Qué fue eso? De verdad se refería al gato? Si! Si, debe ser eso... Entonces por qué está sonrojado?! Okay, tranquilo. Es el gato. Es culpa de este estupido neko.

- Oye, puedo preguntarte algo?
+ Claro
-Desde hace cuanto vives solo?

Esa pregunta me tomó desprevenido, realmente no se si pueda confiar en el lo suficiente, pero no me puedo negar.

- Pues, hace 5 años estoy en Tokyo. Entonces serían como... Un poco más de 4 años.

- Pero por qué?

No quiero responder eso. Me trae recuerdos que nunca quise recordar. Siento un nudo en mi garganta y mis ojos cristalizados. No quiero llorar, no frente a el.

- L-Lo siento, es algo personal... - no pude terminar de hablar, ya que el ardor de mi garganta no me permitió seguir hablando. Intenté cubrir mi cara con mis manos, pero algo me lo impidió. Abri mis ojos para toparme con los ojos del rubio, el cual se fue acercando lentamente, quedando a escasos centímetros de mi rostro. Colocó sus manos en mi cintura y me dio un tierno abrazo. Lo único que pude hacer fue recostar mi cabeza en su pecho mientras me tranquilizaba, qué es esto?

- No tienes que decirme si no quieres...

Estaba totalmente agotado y no sabía que responderle, así que solamente cerré mis ojos con fuerza apoyando mi cabeza contra su pecho esperando a que al abrir los ojos el ya no estuviera aquí.