The Sisters Cabello. (Camren)

9.

Ok, estoy besando a Camila y no puedo creerlo. Ella me sigue el beso, pero sólo dura unos segundos, muy pocos para mi gusto, y se separa de mí. Siento un golpe en mi mejilla. Camila, me ha dado una bofetada. Me coloqué una mano en la mejilla que me había golpeado, y la mire atónita.

-Yo.-dijo ella. Sólo la quede viendo.-no te metas en mis asuntos, ¿si?

-Pero yo no tengo nada que ver contigo.-dije, su mirada cambio a una de dolor.-me refiero, a que, eso no tiene nada que ver contigo, si no con el Shon.

-No le digas así, ¡y él es mi novio! Por eso lo defiendo. Y no me vuelvas a besar.

-Esta bien. Me iré, a la casa de Dinah. Le dices a tu papá o alguien que pregunte por mí en esta casa.

Y sin más, salí de mi habitación un poco aturdida por el beso que le di. Me toque los labios, pero en seguida retire mi mano y negué con la cabeza. Agradezco que Dinah, viva al lado. Llame a su casa, vi su coche afuera.

Dinah abrió un poco desordenada y se escuchaba música adentro.

-¿Qué haces?- le pregunté.

-Estoy haciendo los quehaceres de la casa.

-Te ayudo, necesito hablar contigo.

-Bueno, necesito una mano, así que pasa. Soy toda oídos.

-Bese a Camila.-dije cuando entre a su casa y cerré la puerta.

-¡¿Qué?!

Le conté lo sucedido y me dijo, que debería olvidar lo que pasó y conseguirme una novia rápido, ella se ofreció pero esta sumamente enamorada de Normani y yo le tengo miedo a Normani, así que, mejor no.

Pasé junto a Dinah y jugamos. Nos divertimos mientras arreglamos la casa. A pesar de que la familia de Dinah tenga dinero, tiene muchos hijos, y por eso se reparten las tareas de la casa, en vez de contratar a alguien.

Llegue a la casa cuando eran las 8, y me daba pena entrar, no es mi casa, no puedo estar llegando a la hora que me de la gana. Umm, menos mal tengo llave propia, así que abrí, y todos estaban en el comedor. Pero había otra chica.

Es hermosa. (Bárbara, mi amor, te amo)

-Buenas.-dije para llamar la atención.
-Lauren, querida. Ven, sientate.-me dijo Alejandro.

Tomé asiento, junto a aquella chica, ya que era la única silla desocupada. Pero obvio dije permiso. O sea, primero que todo educada.

-Me habían dicho que tenían tres hijas, no cuatro.-comento la chica, que es alta, divinamente divina. Parece de la edad de Karla.

-Oh, ella es la hija de mi mejor amigo. Esta viviendo con nosotros. Lauren, ella es Bárbara Palvin.

Me giré hacia ella y le tendí mi mano.