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A la mañana siguiente, Sofia entro a mi habitación despertándome, vi el reloj de mi celular y todavía tenía la hora de Ucrania.

-¿Qué hora es?- le pregunte.

-Son las nueve de la mañana. Ya despierta.

Me estire, y la mire.

-Está bien, ahora puedes salir.

Ella me miro y salió.

-El desayuno está listo.- grito desde afuera.

Entre al baño de la habitación, ¿ya les había dicho que tenía mi propio baño? ¿No? Bueno ya lo saben. Me cepille y baje, luego me bañaría. ¿Era la última en despertarme? Mierda, que pena. Me dirigí al comedor y nada más estaba Karla, la mayor. Me senté frente a ella.

-Buenos días.- dije.

-Buenos días.- respondió ella, ella estaba leyendo el periódico.

-Una pregunta, ¿soy la última en levantarme?

-No, Camila, no se ha levantado, ahora la levanto. Tengo entendido que van a salir.

-Sí... Estúpida vida, acababa de salir de vacaciones en Ucrania y ahora voy entrar a la escuela mañana.-suspire, entonces llego Marta con dos platos de comida.- buenos días, señora Marta.

-Buenos días, señorita Lauren. A usted también señorita Karla.

-Buenos días.- dijo Karla con su mirada en el periódico. Marta se fue y yo estaba comiendo, de repente entra Camila y se sienta a mi lado. Pone su cabeza en la mesa. Yo estoy comiendo mientras la veo y Karla me está viendo a mí.

-En una hora vamos a salir.- dijo Camila.- ¡Marta, mi desayuno!- ni siquiera pide el favor. Estábamos en silencio. Decidí romperlo con una pregunta.

-¿Nos vamos a demorar en el centro comercial?

-Tal vez, ¿tienes algo qué hacer?-preguntó ella.

-Tal vez si, tal vez no.

-Me confundes.

-Lo sé.- termine de comer, me levante.- permiso.- Karla me estaba observando mucho, Camila solo me miro un segundo. Entre a la cocina, Marta estaba allí.

-Oh, señorita Lauren.- la interrumpi.

-Llámame, Laur nada más.

-Está bien, Laur. Me fuera llamado y yo hubiera ido a recoger el plato.

-No sé preocupe, yo lo hago y también lavaré el plato.-ella iba a protestar pero me adelante a lavarlo. Ella me sonrió. Yo salí al comedor, pues tenía que pasar por allí y escuche la conversación que tenia Camila con Karla.

-Lauren, es linda pero es rara.- dijo Camila.

-Es un poco cerrada, tienes que entenderla... No debe ser fácil mudarse con unos extraños.

Decidí entrar antes de que ellas siguieran hablando de mí.

-Camila, ¿en una hora?- le pregunte, ella asintió, salí de allí y me fui a mi habitación, entre al baño e hice todo lo que tenía que hacer.

Luego me coloque una camisa negra, unos jeans oscuros y mis hermosos converse. Digamos que me encanta la ropa negra. Nada de rosa, aunque no es un color feo, solo no me gusta. Me arregle un poco el cabello y ya, no me gusta el maquillaje. Eran las diez de la mañana ya. Baje y adivinen con quien me encontre... Con Alejandro.

-Hola, señor.

-Hola, Lauren, ¿vas a salir con Camila, cierto?- asenti y la nombrada apareció, se coloco a mi lado. Ella vestía una falda corta, unos tacones y un suéter rosa, estábamos muy distintas.-Coge.- le dio unas llaves.- te presto mi auto, no lo vayas a dañar.- le advirtió él a su hija.

-Vamos.- me agarro del brazo.- nos vemos, papá.- yo iba decir algo pero Camila, ya me tenía afuera, la aparte de mí. Ella siguió caminando y yo fui detrás ella. Afuera de la casa estaba un auto de esos modernos, la verdad no sé nada de autos. Nos montanos, me coloqué el cinturón de seguridad. Este será un día largo, pensé al ver a Camila, maquillándose antes de arrancar.

******

Y tenía razón al decir que sería un día largo, son las nueve dd la noche y apenas llegamos, ayude a Camila con las bolsas de los útiles escolares, ella dijo que los libros de la escuela nos los darán allá. Subí con cuatro bolsas de ropa y otras dos donde se encontraban los cuadernos, los lapices, etc.

Tuve que ayudarla a subir sus siete bolsa de ropa y las otras dos de los útiles. Agradezco a Dios que nuestras habitaciones estén juntas. Me tiré en la cama un momento y me puse a repasar lo que hice hoy con Camila.

1. Camila, discutió con un señor en la carretera y me echaron la culpa a mí y yo no tuve nada que ver allí.

2. Camila, se quedó media hora debatiéndose si compraba los tacones o no, no los compró.

3. Estuvimos peleando porque yo solo quería ropa negra, no soy gótica ni nada, solo que ese color me agrada más, total fue que compramos ropa oscura, no solamente negra, sino también azúl oscuro, verde oscuro.

4. La niña de papi y mami se encontró con una de sus amigas de la escuela. No me acuerdo como se llama, ¿quién sostuvo las bolsas? Exacto, yo.

5. En la hora de almuerzo, fuimos a una cafetería del centro comercial y me cayo gaseosa en mis pantalones, Camila se burlo de mí. Pero también le tire gaseosa en la cara, se enojo conmigo.

6. Como venganza de lo anterior me obligó a estar con las bolsas todo el camino, como si no lo fuera a hacer de todos modos.

7. Ella se encontró con un chico y estuvieron hablando por más de dos horas.

8. Yo me aburrí y deje las bolsas junto a ellos y fui a explorar, me perdí.

9. A las ocho me encontre a Camila con otro muchacho.

10. Y ahora que veníamos volvió a discutir con otro señor.

Yo estaba súper cansada, esto no es vida, baje a buscar de comer y me encontré con Karla pero no estaba sola, se encontraba con un muchacho de unos veintidós en la sala hablando. El chico era de piel bronceada, cabello negro con mechones amarillos y ojos miel.

-Hola.- dije e iba a pasar de largo para la cocina.

-Oh, hola, Lauren. Mira, este es mi novio, Liam.

Me acerqué hasta donde se encontraba él y le tendi una mano, él la estrecho.

-Bueno, ustedes sigan con lo suyo, permiso.- y sin más me fui de allí. Abrí la nevera y cogí una manzana, con eso sobrevivo hasta mañana. Iba subiendo las escaleras y aparece Sofia.

-Hola, Lauren. ¿Cómo te fue con mi hermana?

-Bien, aunque pasar todo un día con ella y un centro comercial no es lo más favorable que hay.

-Te entiendo, ella parece que quisiera comprarse todo lo que haya.

-Sí.-suspire. Mi teléfono vibro. Se me había olvidado que lo tenía en el bolsillo trasero de mi pantalón. Era una llamada entrante de Robert, se me iluminó la cara. Sofia se echo a reír por mi teléfono, conteste.

-¿Hola?- escuche la voz de mi amigo.

-Hola, Robert.- dije sonriendo ampliamente.

-Te extraño, ha sido un tormento no tenerte acá, en serio te extraño.

-Yo también te extraño mucho, Robert.

-Las llamadas son caras, solo quería escuchar tu voz, te amo.

-Yo también te amo, cariño.- y él colgó, Sofia me veía raro.- ¿Qué?- le pregunte.

-¿Tu novio?

-No. Hasta mañana.

-Hasta mañana.

Entre a mi habitación, entre al baño, me di una ducha, me coloqué mi pijama y me acosté a dormir.

The Sisters Cabello. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora