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Haakon

El Sol ya se había ocultado para el momento en que regresaron a la cabaña. El cansancio gobernaba sobre ellos y había nada que hacer.

-Buenas noches querida -dijo el alfa a su compañera, luego la beso.

Beat correspondió a su gesto y se acercó a Haakon para dormir más cómodamente.

-Fue un día agotador pero hermoso.

Haakon asintió.

-Gracias a la Luna que todos los lobeznos están bien.

Con eso último dicho, ambos cayeron en un sueño profundo.

***

El alfa despertó de un sobresalto al escuchar un sollozo. Miró a su lado y notó la ausencia de su compañera. Salió de la cama para buscar el origen de ese sonido.

Lentamente, se dirigió a la planta baja de la cabaña. Al no encontrarla allí se aproximó a la cocina. La halló sentada en un lugar oscuro. Su postura denotaba dolor, sufrimiento.

-Querida, ¿qué está mal?, ¿qué sucede, porque lloras? -el alfa de arrodilló a su lado, acariciaba tranquilamente su cabello. El dolor podía percibirán fácilmente a su alrededor, perturbando la mente del alfa, y su corazón.

Beat, aún sollozando, pudo articular frases incoherentes. Haakon se sentía impotente. No podía entender que sucedía.

-No puedo -se oyó la suave voz de su compañera- me siento vacía sin hijos. Quiero darte herederos. Quiero que mi familia se sentía orgullosa de mi, por dar al próximo alfa de la manada. Pero no puedo quedar en cinta.

El alfa al escuchar lo dicho por su mate, su corazón se rompió. No podía concebir que su compañera tuviera aquel dolor dentro de si tan inmenso. La culpa lo colmó, y de repente se sintió sucio.

-¿Es por el alumbramiento de Shannen? -susurro el alfa para calmarla.

Su compañera negó, luego asintió y sollozo.

-No me siento completa -miro a su compañero a los ojos- Haakon, estoy incompleta.

Haakon la beso dulcemente en la coronilla mientras la consolaba. El mismo se sentía igual que su otra mitad. Durante largos años intentaron concebir, mas sus fuerzas amainaban con el transcurso del tiempo. Aunque sus intentos no acaban. Él era el alfa de la manada. Debía dejar un heredero para su gente.

-No debes preocuparte, querida. No desistiré en mi labor, en mi responsabilidad y derecho como tu compañero en darte hijos.

Beat negó.

-Pero Haakon...

El alfa no dejó que continuará con lo que decía. Tomó su rostro entre sus manos y le arrebató el aliento en un instante.

-No -dijo después al separarse- no vamos a preocuparnos. Hay que tener paciencia. No dejaré que te eches la culpa por esto. No tienes porque tener la culpa de nuestro destino. Ambos tenemos la misma responsabilidad de seguir nuestro legado, de que el próximo alfa sea nuestro hijo.

Beat no pudo hacer más que sólo asentir y mirarlo a los ojos. El amor que sentía por su compañero era inmenso. No se imaginaba una vida sin él. El era la vida misma para ella.

El alfa la llevo a su cuarto, cuidadosamente la dejó sobre la cama. A su lado, el deseo de tomar a su alma gemela lo embargo con fuerza.

Los cuerpos dejaron este mundo para pasar a ser sólo sentidos y sonidos, subiendo en una montaña de sensaciones. Sus almas se encontraron una vez más.

El amor fue el vencedor. Y la pasión su aliado.

****

Alban

La paz de la noche podía ser sentida para el corazón. Tras el alumbramiento de Shannen, Salma y su compañero se retiraron a la cabaña de la beta.
Las miradas de ambos dejaba más que claro lo que sucedería. Pero el miedo a lo desconocido los tenía en un sentimiento de desconcierto y emoción al mismo tiempo.

Nada más pasar el umbral de la cabaña, Alban la aprisiono contra la puerta, arrebatandole el aliento en ese mismo momento. Sus almas gritaron de felicidad y de gozo al unirse por primera vez. La calidez de sus pieles llamaban a sentirse juntas. Las prendas volaron en el aire sin el más mínimo cuidado.

Alban la tomó en sus brazos para recorrer la sala y así llegar a sus aposentos. La dejó sobre la suave cama y protegiéndola del frío de la noche, la arropo con su cálido cuerpo. Los ojos pronto se encontraron y dijeron todo lo que necesitaban.
Con un suave y certero movimiento de sus caderas, Alban poseyó el cuerpo de su amada. Su amor subió, al igual que la pasión y los sentidos se agudizaron.

En una momento de la más pura necesidad, los incisivos de Salma salieron y se enterraron en el hombro de su compañero, arrebatandole un grito de deseo y éxtasis. De la misma forma Alban clavo sus dientes en Salma. La saliva de ambos recorrió sus cuerpos, formando así el vínculo eterno de las almas de hombres lobo. Los movimientos siguieron hasta que sus cuerpos estallaron en fuego. Sólo luego de la liberación se separaron pero su hambre siguió.

Las horas transcurrieron sin importarles. Pero su amor y pasión desenfrenada los dejó pidiendo más y más.

Las almas de Alban y Salma se reencontraron luego de miles de años, dando la bienvenida a una nueva vida juntos. Una eternidad de placeres y experiencias nuevas. Sólo los dioses separará la unión de ambos.

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Me iré al infierno sin dudas. Sin palabras. 🔥

¿Les gustó el capítulo? Espero que si... me tarde un poquito no? (Sarcasmo)

Ojalá no haya perdido lectores por mi tardanza 😔

Gracias por estar y ser pacientes.

Muchas muchas muchas GRACIAS.
JulietaDaraSavage.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2016 ⏰

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