You're My Daddy↭Namkook

øTu eres mi Daddyø

Una hermosa tarde, iluminada y con un calor refrescante, que gran día era, pero no para todos y mucho menos para Jungkook.

Se encontraba en una fuente de sodas, sentado en una de las tantas mesas que había, sorbiendo furiosamente de su bebida, delante de él estaba Jimin su mejor amigo sentado igualmente, le miraba con gracia.

-Hace tres semanas que no me toca, ¡tres semanas!-Se quejó nuevamente dando sorbos mucho mas bruscos a su bebida.

-Tal vez necesites otros métodos-Opinó Jimin a la vez que alzaba una de sus cejas.

Junkook fijó su mirada en él, mostrando claramente que estaba interesado, ¿y como no estarlo? Hace mas de tres semanas que su esposo Namjoon no le tocaba, ni mucho menos le acariciaba, había intentado de todo, proponérselo en la noche, en la mañana y hasta a medio día cuando regresaba a comer sin embargo, él no aceptaba, estaba cansado, siempre que llegaba se iba a dormir y Kook ya estaba llegando a perder su paciencia.

-¿De que hablas?-Le preguntó a su amigo rápidamente.

Jimin no pudo aguantar su risa, su amigo estaba claramente desesperado y él verle así resultaba chistoso, cuando antes se quejaba por que su esposo no le daba ni un respiro.

-Bueno...-Se inclinó-acercaté, te lo diré al oído.

Jungkook rápidamente acercó su oreja.

Jimin comenzó a decirle el tema que podía usar para seducir nuevamente a su esposo pero la mente de su amigo se quedó en una sola palabra.

"Daddy"

...

Nam estaba de buen humor ese día, eran las siete de la noche y regresaba de su trabajo por primera vez puntual en días, por lo que le avisó a su esposo por medio de un mensaje.

"Ya voy para la casa"

"Bien, al llegar quédate sentado en el sillón de la sala"

No le extraño aquel mensaje, suponía que Kook estaba haciendo la limpieza, por ello no quería que Nam llegara a manchar su piso y él no era nadie para negárselo.

Fue directo a casa, por fin estaría para la hora de la cena, ya extrañaba la comida de su esposo al igual que otras cosas... Pero su trabajo le quitaba tiempo y energía, aun así quería darle la mejor vida a su Jungkook aunque eso conllevara a sacrificar otras cosas como el sexo.

Suspiró.

Trabajo es trabajo Nam.

En cuanto llegó a casa, hizo lo que su esposo le pidió, se quito sus zapatos, de ahí fue a sentarse en el sillón, le pareció un poco extraño que toda la casa estuviera en silencio y con las lámparas apagadas, pero supuso que estaba limpiando el segundo piso y por eso abajo estaba en total oscuridad.

Prendió la pequeña lámpara de a un costado y tomo el libro que siempre dejaba en la mesita junto al sofá para leerlo en espera de que Jungkook terminara.

Tic, la luz de la sala se encendió.

Namjoon levantó la vista, topándose con Jungkook, su quijada se fue hasta el suelo, tenia puesto un suéter enorme de color blanco crema, pero...

Tenia puesta una falda, muy corta que apenas cubría su trasero y debajo de esta, unas mallas con broche que era unido a unos lazos que llegaban mas arriba por debajo de la falda, iba descalzo, pero lo mas raro de todo fue el peluche.

Así es, Kook tenía un peluche agarrado con una de sus manos.

-Bienvenido a casa Daddy-Fue lo primero que dijo Kook con una media sonrisa que reflejaba malicia.