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Es normal ponerse nervioso cuando quedas con una chica bonita.

Lo que no tiene lógica es que fuese tan tranquilo sin miedo a cagarla.

Ésta chica me proporcionaba una relajación muy hardcore, no como las demás.

Cogí llaves, mi móvil y mi cartera, y fui a la entrada, donde se encontraba mi skate.

- ¿Vas a salir, Rubén?

- Si, mamá. Quedé con una amiga para tomar algo y patinar.

- Me alegro cariño. ¿Llevas dinero?

- Algo llevo.

- Bueno, ten un poco, y que haya suerte - añadió guiñándome un ojo.

Sonreí y beso su mejilla.

Salí de casa, y patiné hasta el parque El Retiro.

Me senté a esperar a mi poetisa en un banco de madera, que estaba en la sombra.

- Hola Rubén.

La miré y sonreí, para levantarme y patinar junto a ella.

- ¿Qué estudias? - empecé preguntándole.

- Psicología.

Sinceramente, me esperaba que estuviera estudiando bellas artes o lenguas.

- Yo estudio diseño 3D.

- Eso si que mola. Mi padre en la vida me dejaría. Alemán cascarrabias.

- ¿Alemana?

- De Hamburgo.

- Mi madre es noruega yo nací en Málaga. ¿Te apetece un helado?

- Nada más me haría tanta ilusión.

Nos acercamos a la heladería más cercana.

- Un helado de frambuesa por favor - dijo mi nueva amiga.

- Yo uno de chocolate.

Nos dio los helados en cucuruchos, y cada uno pagó el suyo.

Patinamos de vuelta al parque, y fuimos a un sitio donde hay césped, donde la gente se sienta y habla.

- ¿Se podría decir que tu sabor de helado favorito es la frambuesa?

- Además de que también es mi fruta favorita.

Quedamos en silencio comiendo hasta que me empecé a reír.

- ¿Por qué te ríes? - me preguntó confusa.

- Primero. ¿Por qué no? Segundo: tienes helado en la punta de la nariz. Payasa.

- Qué original - ironizó con una sonrisa.

Me acerqué un poco y le chupé el helado.

- No está mal.

- Que asqueroso - dijo riéndose.

(***)

- ¡Mamá! Vengo con Maggie. Vamos a cenar en la habitación una pizza que compramos.

- Vale cariño. Si necesitáis algo, podéis coger lo que queráis de la nevera o los muebles. Yo me voy con Hector a cenar por ahí. Adiós chicos.

- Adiós señora...

- Gundersen. Llamame Bente.

Mi madre y el Padrino se fueron, dejándonos a los dos solos en mi habitación viendo una película de Harry Potter, ya que a ella le encantaba la saga.

(***)

- Nos vemos el lunes, Rubén. A ver si quedamos más a menudo.

- Claro que sí, Poetisa - nos dimos dos besos y se fue.

Poetisa «r.d.g»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora