2. No puedo estar junto a él...

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Me encontré solo en el futón cuando abrí los ojos; debía levantarme e ir a tomar el desayuno con los demás, pero mi cuerpo no se movió.

No hice nada, mis pensamientos no podían fluir en una dirección segura; permanecí en silencio por un extenso momento, que fue propicio para ahogar mi falsa calma en salado dolor escurriéndose por toda mi cara.

«Mierda... Soy un completo inútil. Me pesa hacer un esfuerzo mínimo. Todo estaría mejor si yo no estuviera aquí. Soy basura, basura incombustible.»

No podía con esta situación. Me levanté, pasé mi brazo por la cara para limpiar mis lágrimas y me vestí.

«No puedo más. No valgo la pena.»

Nadie se dio cuenta de mi presencia cuando crucé el pasillo y salí de casa. Realmente me odié por escapar así pero... me odiaría más si alguien me hubiera visto llorar de esa manera tan estúpida, tan patética. Soy despreciable.

«Sólo... debo perderme un momento.»

* * *

-Parece que hoy también estará lloviendo por la tarde. -dije cerrando la ventana.

-¡Si! ¡Lluvia! ¡Pódremos saltar en los charcos de lodo!

«A este chico le encanta meterse en problemas...»

-Nada de eso, Jyushimatsu. -traté de advertirle, pero es posible que no me escuchara.

-¡A Ichimatsu-niisan le gustará jugar bajo la lluvia!

-Ichi... ¿Ichimatsu no se ha despertado? -«Hace mucho que no se levanta temprano.»

-Ah, ve a despertarlo, Osomatsu-niisan. -dijo Todomatsu.

-¿Eh? ¿Yo? Que vaya Karamatsu. -respondió a punto de meter un trozo de tamagoyaki en su boca.

-Jeh. Ya vuelvo.

-Dile que si no viene nos comeremos su comida.

«Me pregunto por qué no puedo estar tranquilo cuando Ichimatsu está solo...»

Me sentía inquieto, sabía que Ichimatsu estaba sufriendo, aunque él no quería aceptarlo. Me dolía no poder hacer nada para ayudarlo.

-La habitación está vacía.

«¿No está?»

Me levanté de la mesa y me apresuré a buscarlo en las demás habitaciones, casi de manera inconsciente.

«¡Él no debería estar solo, se hará daño!»

-¡Choromatsu! Espera.

-Osomatsu, yo...

-¿En qué estás pensando, Choromatsu-niisan? -quizá exageré, Todomatsu me miró preocupado. Necesitaba calmarme.

-Ah, lo siento, es sólo que...

-Tranquilo, brother. Ichimatsu está bien.

-Si... Lo sé. -o al menos eso intenté creer.

Era posible que físicamente estuviera bien, pero eso no cambiaría el dolor que lo atormentaba. Un nudo en mi garganta se formaba cuando pensaba en que estaba sufriendo en soledad. Todo este tiempo...

«¿Debería esperarlo aquí? ¿O será mejor ir a buscarlo? ¿Estoy insistiendo mucho? Pero no quiero dejarlo solo, no puedo...»

Ichimatsu siempre había sido la persona que ocupaba la mayoría de mis pensamientos. Él era una parte importante hasta de mis planes más absurdos.

Besos del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora