Carta

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No necesitas un saludo formal, ¿verdad, Ichi? De hecho, no necesitas nada de mí. Una vez deseé ser amigo de un tipo como tú, tan diferente de los demás, tan sincero... y tan tranquilo. De haber sido tu amigo, quizá el cariño sintético de los otros no me habría encerrado en esta soledad, mi respeto a tu espacio es lo único que lamento. Por eso préstame tu atención.una vez más, sólo tengo la fuerza para escribirte a ti.

A pesar de lo mucho que quiero decirte, mis manos tiemblan mucho. Cada poco me molesta el miedo de no poder decir lo suficiente e irme sin dejar un poco de mí. Soy una basura, Ichimatsu. Sé que vas a sentirte asqueado y decepcionado, pero... lo siento. Ya no puedo más con esto. Los ataques de Tamaki fueron un poco agresivos, ¿no crees? Aunque yo lo merecía.

Los últimos días han sido muy dolorosos, mi piel aún arde; pero dentro de mí ya no hay nada, sólo recuerdos irrelevantes, tan carentes de emoción. Cada vez soy menos capaz de sentir algo. Enojo, frustración, arrepentimiento, nada de eso, quizá un poco de tristeza, pero ésta se desaparece con desmesurada rapidez. Ya no me lamento del pasado y el futuro me da igual, tampoco me detengo a pensar en el ahora. Mis latidos no se han detenido, ¿entoces por qué me siento tan muerto?

Ni los anhelos podrían darme un poco de vida, porque no tengo ninguno.

Una vez tu hermano Osomatsu-kun habló en el club sobre sus deseos. Para ser sincero, creo que él es un idiota genial, siempre se las arreglaba para decir estupideces. Esa vez él dijo que no necesitaba aspirar a mucho en el futuro, que no necesitaba un gran empleo para ser feliz. "Mi deseo, es proteger los sueños de la persona que amo" dijo, los demás se burlaban llamándole romántico y las chicas se sonrojaron emocionadas, pero terminó diciendo "de esa manera podré ser mantenido por esa persona y permanecer a su lado". Es uno de los mejores recuerdos que tengo en esa escuela. Estoy asombrado con tus hermanos. Ese torpe discurso me dio un poco de esperanza, pero no tardé en destruirla.

Fui una decepción para mis padres, y mis amigos ni siquiera me recordarán. Ame era la única persona que conocía mi dirección, pero si no se tomó la molestia en llamar, esperarlo sería estúpido. Así de importante soy para mi "mejor amigo", aunque él solo se llamó de esa manera.

Jamás pude encontrar un equilibrio entre la vulgar manera de vivir que tenía cuando no era estudiante y la del "buen chico". Revolcarme en la cama con una persona sin siquiera conocer su nombre, vendiendo pasión y gemidos fingidos a un precio tan barato, reduciéndome a sólo miseria, esa era mi otra vida. Después iba a la escuela con la pinta del chico saludable. Acepté entregarme a mujeres y hombres maduros por un maldito centavo. Doy asco. Cada persona con la que me acosté se llevó un poco de mí, al final me volví un roto y vacío cascarón.

Fue en la prostitución donde encontré a la hermana de Tamaki y me involucré con ella. Unas semanas de relaciones descuidadas bastaron para que ella quedara embarazada. No sabía si era mi hijo, pero tenía una parte de la responsabilidad. Aunque puede que esté siendo hipócrita, quizá si el bebé se hubiera desarrollado no estaría diciendo que pude hacerme responsable de él. Merecía ser tratado con el dolor que sintió ella cuando lo perdió.

¿Cómo te sientes?

¿Te acuerdas del día en que me llevaste a pasear a la orilla del río? No me lo mostraste, pero reflejada en el agua intranquila pude ver tu amable sonrisa, mi corazón se estremeció por un momento. Quiero que puedas mostrársela a otros y puedan tener un poco de consuelo, por eso, nunca cedas a la tristeza. Si puedes levantarte, házlo. Eres fuerte, eres valiente, tú puedes hacerlo todo.

Y perdóname si mi cobardía te ofende o lastima. No te obligo a que obedezcas el consejo de un tipo que hizo lo contrario, pero ese es el cariño que te tomé.

Ya no encuentro el sentido de vivir. Sólo puedo adelantarme a la muerte en silencio. Sin ningún deseo que cumplir.

Ichimatsu, pronto olvidarás esto y seguiras por tu camino. Es lo que yo deseo, y también que seas muy feliz, por los dos, ¿ok?

Te quiere tu amigo, Kei.

«Si puedes levantarte, házlo.»

Besos del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora