Bucky fue despertado por un nazi al este tirarle un pedazo de pan duro en su regazo y parpadeo adormilado hacia abajo, observando alrededor para ver que todo estaba iluminado con un resplandor suave, así que Bucky estimo que eran alrededor de las cinco de la mañana. Él noto que los otros prisioneros no eran los únicos que recién se levantaban ya que uno de los guardias nazi sentado en un fardo de heno refregaba sus ojos. El pensamiento de que ninguno notara que los guardias estuvieran dormidos lo cabreo, pero tenía que darle a cada uno el beneficio de la duda; ellos estaban peleando por sus vidas ayer.
Él levanto su hombro derecho y presiono su mejilla contra su uniforme, sacudiéndose de vuelta cuando envió un dolor a través de su cara, pero con una rápida mirada a la tela él estuvo satisfecho con que ya no estuviera sangrando. Bucky vio a uno de los prisioneros que estaba junto a él luchando con agarrar el pan y el prisionero miro al nazi, con su ojo izquierdo hinchado y barro endurecido en su cabello corto.
—¿Cómo coño se supone que nos comamos esto?
El nazi dijo con sarcasmo—: Averígualo —él tomo asiento junto a su compañero y compartieron su cantimplora de agua. Bucky estaba ligeramente confundido con él porque no reprendieron al tipo que estaba junto a él o lo mataron, pero entonces se dio cuenta de que los que los observaban eran dos nuevos nazis. Y lucían igual de cansados que ellos.
—Se en lo que estás pensando —una suave voz susurro a su izquierda, llevando la atención de Bucky a mirar a la cara casi femenina del joven hombre. Él tenía su cabeza afeitada y difícilmente tenía marcas sobre él que aconsejaran que estuviera en batalla, pero la tierra que estaba en su piel decía lo contrario.
Bucky estaba reacio a responder, demasiado temeroso de causar un levantamiento por parte de los nazis, pero los otros prisioneros ahora estaban conversando de manera silenciosa entre largas pausas. Él dejo salir un suspiro y pregunto—: ¿En qué estoy pensando?
—Porque estos dos cambiaron de lugar con los otros —susurro el joven—. Después del show que montaron anoche piensan que estamos demasiado asustados como para salirnos de la línea, así que dejaron a los reclutas para vigilarnos.
Bucky examino a los nazis con cejas alzadas, el lado izquierdo de sus labios tirando hacia arriba mientras observaba al prisionero que estaba junto a él. Él dijo—: Tienes un buen ojo. ¿Cuánto tiempo has estado aquí afuera?
—Un mes después desde que los Estados Unidos se unieron a la guerra, ¿qué hay de ti? Eres un sargento, ¿no es así?
Bucky asintió. —Sí, Sargento Barnes. Fui enviado a Inglaterra tres meses después de que entramos en guerra.
—¿Barnes, eh? —la voz del joven hombre permaneció en un susurro—. Yo soy Felicity.
Bucky frunció su ceño y volteo su cabeza para ver al prisionero. Sus ojos volvieron a los nazis pero a ellos no podía importarles menos mientras hablaran silenciosamente entre ellos. Bucky pregunto—: ¿Eres una chica?
Felicity lo callo y se pegó un poco más a él, murmurando en su oído—: Ellos nunca iban a dejar que una mujer se uniera a esta guerra, así que afeite mi cabeza y ordene que todos me llamaran con otro nombre. Ahora, no creo que esto siga importando. Ellos no tienen un verdadero uso para nosotras y somos igual de buenas muertas.
Felicity se inclinó de vuelta y vio el pedazo de pan en su regazo, ella deslizo sus piernas hasta el piso y el pan rodó hasta sus rodillas. Felicity de forma experta uso sus rodillas para agarrar el pan y pego sus piernas para poder morder su desayuno. Bucky sabía que Felicity lo había despedido con eso y suspiro, intentando el mismo truco.
Él vio el pan moverse por sus pantalones fangosos y hacia el suelo de madera, con un suave suspiro de derrota él estiro sus piernas frente a él una vez más y colapso contra la pared. Bucky flexiono sus dedos entumecidos antes de mover su mandíbula de forma dolorosa y echarle un vistazo a los reclutas nazis, viendo que ellos estaban ocupados encendiendo cigarrillos. Él mataría por tomar una calada de ese cigarrillo en ese momento, pero eso probablemente nunca pasaría.
—No vas a durar mucho si te rindes, Barnes —Felicity llamo su atención y mordió el pedazo de pan que quedaba entre sus rodillas, ella volteo su cabeza con la pieza en su boca y alzo sus cejas hacia Bucky.
Bucky ojeo el pan y luego a Felicity antes de inclinarse hacia adelante y hundir sus dientes en la dura corteza. Sus ojos se aguaron por el inmenso dolor que floreció gracias a la acción al Felicity cederle el pedazo. Él cambio de posición y dejo salir un gruñido sordo antes de llevar sus rodillas a su pecho con tobillos juntos, y sostuvo el pan entre sus rodillas.
Bucky lucho al masticar la comida, pero estaba agradecido de tener algo en su estómago vacío. Él contemplo a Felicity y se ahogó por la mordida seca, antes de decir con suavidad un—: Gracias.
Felicity solo se encogió de hombros y se recostó de la pared. —Le agarraras la caída.
Bucky no sabía con certeza a lo que Felicity se refería, pero estaba contento de que fuera lo suficientemente inteligente como para prestarle atención a todo.
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Prisionero de guerra | Bucky Barnes
FanfictionDurante la Segunda Guerra Mundial el régimen del Sargento Barnes ha sido enviado a combatir contra el régimen Nazi. Luego de su derrota es obligado a ser prisionero de estos y ahí conocerá a Felicity, una chica que se hace pasar por hombre para entr...