CAPÍTULO 26

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-¿Carla?- pregunté extrañada

-Mira Marcos no intentes hacer que Violeta piense mal de mí solo porque este enfadada contigo- dijo Maxi

-Yo no intento convencerla de nada, ella se dará cuenta sola- contestó Marcos

Mientras ellos dos discutían yo me dedicaba a mirar lo bonito de mi entorno, la naturaleza, los pájaros, bah, ¿a quien quiero engañar? estaba mirando a Andrés y a la chica misteriosa. Estaban como muy encariñados, jugueteando. Esto me huele a quemado. Me acerco hasta allí y me siento con ellos

-¡Hola!- dije con la sonrisa más falsa que puedo sacar

-Eh...hola- dijo el insoportable novio de mi amiga

-¿Que haceis?-pregunté con curiosidad

-Pues nada, aquí,...pasando el rato. ¿Sabea algo de la madre de Sara?

-Si, eh... no mejora- Es lo único que le dije aunque eso lo debería saber él y preocuparse más por su novia y su familia antes que andar por ahí con otra gente

-¿Corazón quien es esta?- preguntó la chica intentando que no la escuchase. Intento fallido bonita.

¡¿Corazón?! ¿Cómo que corazón? No podía creerlo, bastante tenía ya Sara como para que ahora su novio se vaya con otra. No se lo pensaba decir por nada del mundo, por lo menos ahora, después de que pase todo se lo diré. Ella esta muy ilusionada con él y lo que le hacía falta era llevarse otro caldeo.

En ese momento se formó mucho alboroto, giré la cabeza y había un corro de jóvenes rodeando el banco donde dejé a Maxi y Marcos discutiendo. Esto no me gustaba nada. Me levanté rápido y fui corriendo hacia el corro.

-...porque lo único que te importa es tu físico, ¡TU!, nunca puede llegar a importarte nada más porque eres un creído que solo piensas en ti- gritaba Maxi

-Lo que a mí me importe o me deje de importar es cosa mía y no tuya, ¿te enteras?-contraatacó Marcos

-¡Pues claro que no me importa!, ni me importa ni me interesa. A mí solo me importa ella así es que ya la puedes ir dejando en paz, aléjate de ella, no te acerques. Me prefiere a mí, ¿es que no te das cuenta? No te quiere ver ni en pintura

Marcos no aguantó más su ira y le dio un fuerte puñetazo a Maxi en la cara. Este intentó contraatacar pero le sujeté el brazo y sin querer, me dio un codazo a mi de la rabia y la impotencia de devolvérsela a Marcos.

-¡Lo ves!, eres tu el que la hace daño, no yo- dijo sarcásticamente

-Cállate la boca si no quieres que te la calle yo

-¡PARAD YA! ¿Pero que se supone que estáis haciendo? Parecéis unos críos de ocho años peleándose por una bolsa de pipas. Sabéis que esto no me gusta y sin embargo lo hacéis, ya es la segunda vez que os peleáis, no pienso volver a curar mas heridas de las que tuve que curar la última vez.- dije gritando

-Violeta yo,...-intentó decir Maxi

-¡Cállate! Yo tengo la culpa de todo esto. No os acerquéis a mí, se acabó- dije

Aunque esas palabras me dolieron más a mi que a ellos, sabía que era lo mejor para todos, si me alejaba, se acabaron peleas, se acabaron dudas, se acabó todo. Ahora solo queda olvidar, como siempre, olvidar...

¡ALARMA!, ¡ADOLESCENTE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora