I Feel Lost ❀ Tokyo Ghoul

-16-

Dejé de luchar. Ya no tenia la necesidad de levantarme para tratar de huir si de todas formas no lograría nada. Todo sería en vano. Preferí aceptar el hecho de que justo ahora estoy a punto de morir en manos de un investigador.

— Solo muérete. —Dijo con frialdad—

Cerré los ojos con fuerza esperando a que su arma hiciera impacto y acabara con mi vida de una manera lenta y dolorosa, pero nada pasó. Lentamente abrí mis párpados hasta encontrarme con una figura borrosa delante de mí. ¿Quién era?, ¿acaso esta protegiéndome?.

— ¡Eres un idiota!... ¡L..Levántate de una puta vez y vete!... —Esa voz tan irritante la reconocí enseguida—

— A..Ayato... ¿Q..Qué estas....?

— ¡¡Solo vete!! —Exclamó— ¿Es que acaso pretendes dejar sólo al humano estúpido que tanto querías proteger?... ¡No me jodas!...

Al aclarar mi vista pude darme cuenta de que Ayato estaba deteniendo el ataque de Arima-san con su Kagune. Intenté levantarme pero solo lograba perder el equilibrio. En eso, Hinami aparece detrás mío y me ayuda a mantenerme en pie. Debido a que Arima-san estaba ocupado con Ayato, un grupo de los investigadores que estaban presentes se acercaron para atacarnos. No tenia como defenderme, y Hinami aún no tenia la edad para defenderse de un investigador.

— ¡Onii-chan, corre! —Exclamó activando su kagune—

Rápidamente se colocó frente a mí, dándome la pequeña oportunidad de escapar. Supongo que en estos años ella en verdad a cambiado. Al instante los comenzó a atacar pero en ningún momento intentó matarlos. Lo sabia... aún sigue siendo aquella niña piadosa, sin odio alguno hacia los humanos. Me di la vuelta y comencé a alejarme lo mas rápido posible.

De vez en cuando miraba hacia atrás, ya que en estos momentos no solo se enfrentan a investigadores comunes, si no también a Arima-san... "El dios de la muerte". 

Después de caminar por varios minutos ya no estaba a la vista de nadie. Estando en el suelo descansando mi cuerpo contra la pared solo esperaba a que mis heridas pudiesen sanarse. Estaban tardando bastante en cerrar dichas heridas pero no tenia prisa. Justo ahora solo me importaba encontrar una manera de llamar a Touka-chan y decirle que estoy vivo... que pude escapar. Más que nada... solo quiero escuchar la voz de Hide. No me importa si son reclamos, gritos, insultos. Solo quiero verlo y disculparme por ser tan idiota como para pensar que podía hacerle frente al CCG yo sólo.

Una nostalgica sonrisa se formó en mi rostro, al mismo tiempo en el que miraba al cielo. Poco a poco iba recuperándome, lo cual era buena señal. No estaba tan herido después de todo. Me puse de pié y comencé a caminar sosteniéndome de lo primero que podía encontrar. De alguna forma u otra tenia que llegar.

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Anteiku...

Sinceramente recordar aquel lugar me trae muchos recuerdos. Unos mejores que otros... y unos más nostálgicos que otros. Lamentablemente ya no existe, pero hay algo que ningún humano pudo encontrar. 

El camino subterráneo de Tokyo, que había sido construido por los Ghouls con tal de esconderse de los humanos. Justo ahora camino entre los escombros restantes de aquel local, esperando encontrar la entrada al subterráneo. Después de un rato la pude hallar. Suspiré pesadamente y abrí la escotilla oxidada. Un ruido metálico y chillante resonó pero no me importó en absoluto. 

Bajé con lentitud para evitar resbalarme, ademas de que todo estaba en una casi total oscuridad. Recuerdo aquellas veces en las que Touka-chan me traía aquí para enseñarme a usar mi kagune... al igual que Yomo-san. A pasos lentos caminé mirando de un lado a otro, esperando a ver señales de alguien pero no había nada, ni un solo ruido. Esto estaba comenzando a desesperarme.

— ¿En donde están?... —Murmuré para mi mismo—

Mientras mas avanzaba, menos esperanzas me quedaban. Al final solo podía sentir miedo. Ya estaba bastante lejos de la entrada al subterráneo, temía perderme aquí. En eso, escucho el sonido de unas voces a lo lejos. Un sentimiento de alivio recorrió todo mi cuerpo y debido a eso comencé a correr siguiendo aquellas voces que poco a poco iban escuchándose cada vez mas claras. 

Tan pronto vi a Touka-chan a lo lejos no dudé en sentirme impacientado por ver a Hide. 

— ¿Kaneki?.. no lo puedo creer... en verdad volviste —Bastante sorprendida y aliviada me dedicó una sonrisa— 

— S..Si... —Miré a los lados pero solo me encontré con la mirada de Yomo-san— ¿D..Donde está Hide?...

Al instante desvió la mirada. Por alguna extraña razón... me negaba a creer en las millones de ideas que comenzaban a llegar en mi mente. Di un par de pasos hacia atrás totalmente desesperado por calmar mi mente inestable. Perdí el equilibrio por lo que estuve a punto de caer al suelo... si no fuese por alguien detrás mío que me tomó en sus brazos.

— Wow, eso estuvo bastante cerca... —Su voz juguetona me sonaba tan familiar—

Me volví a poner de pié para luego voltear a ver a la persona que se encontraba detrás mío. Aquel par de ojos marrones tan brillantes de los cuales me enamoré estaban justo frente a mí. 

— H..Hide... —La palabras no lograban salir de mi boca como quería— yo... y..yo... lo siento... —Cubrí mi rostro avergonzado—

 — Eso ya no importa. —Apartó mis manos solo para tomar mi rostro— Lo único que importa ahora es... que estas de vuelta... 

Su sonrisa, más allá de la tristeza, mostraba felicidad y alivio. Pareciera como si estuviese a punto de llorar. Me dio un cálido abrazo al cual correspondí sin dudar. Solté un quejido de dolor, ya que recibí un dolor punzante debido a mis heridas. 

— D..Duele... —Cerré los ojos con fuerza— 

— Hay que sanar tus heridas... y rápido. —Tomó mi brazo y lo colocó sobre sus hombros— No debiste esforzarte demasiado... —Suspiró—

No hice mas que sonreírle levemente.

— Ya que no tienen en donde vivir, voy a dejar que se queden en una de las habitaciones que hay en "Re:" ...pero será solo por unos días —Dijo Touka-chan cruzada de brazos—

— No creo que sea necesario, podemos ir a mi apartamento —Agregó Hide despreocupado—

— No creo que sea buena idea teniendo al CCG detrás suyo —Habló Yomo-san en total seriedad como siempre—

— Cierto, lo olvidaba... —Murmuró—

A pesar de todo esto, de alguna forma me sentía aliviado. Tengo el presentimiento de que todo esto es un inicio. El inicio de una vida totalmente diferente a la que solíamos tener.