I Feel Lost ❀ Tokyo Ghoul

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Frente a nosotros, a una distancia considerable, se encontraba el Kakuja. Su mirada solo reflejaba sed insaciable de sangre. No encontraba manera de salir de esta situación.

— Kaneki...¿qué hacemos?... —Murmuró Hide sin apartar la mirada del Kakuja—

No había escapatoria. Solo me quedaba intentar luchar contra él si queríamos salir con vida.

— Hide, escucha... quiero que te escondas nuevamente en el callejón...

— ¿Qué?...pero...

— Solo hazlo —Le interrumpí—

Lo solté, lo que le dio oportunidad de apoyarse en la pared cercana. Me había puesto frente a él de manera protectora, no podía permitir que este Ghoul le hiciera daño a Hide. Confiado de mi mismo, troné mi dedo indice con el pulgar... algo que se había vuelto una maña para mí. Estaba dispuesto a pelear con este Kakuja con tal de proteger a Hide.

— ¡Si crees que voy a dejarte hacer una locura, estas muy equivocado! —Gritó aun permaneciendo detrás mío— ¡¡no pretendo dejarte ir cuando al fin pude recuperarte!!...

No encontraba las palabras adecuadas para decirle que no tenia otra opción, que yo solo quería pelear para proteger a quien más amo. Sabia que si se lo decía, iba a intentar detenerme... así que solo permanecí en silencio.

— ¿Quieres saber... por qué me apodaron "ciempiés"?... —Dije de forma juguetona—

Mi voz comenzaba a quebrarse y una risa psicópata comenzó a salir de mi boca al mismo tiempo en el que mi kagune de Kakuja se enredaba en todo mi cuerpo como si de la coraza de un insecto se tratara. Observaba como el Kakuja comenzaba a cercarse dispuesto a atacar. En ese momento estaba dejándome llevar por mi mente...

Me estaba dejando caer...

Podía perderme muy fácilmente entre la realidad y mi mente. Y solo una pregunta permanecía en mis pensamientos.

¿Podré salir de esta con vida?...

Hace años que dejé de depender de mi kagune y de la carne humana... por lo que mi modo de pelear ya no podía ser el mismo que antes.

— Kaneki, por favor... no lo hagas... —Su voz resonaba en mi mente—

Antes de que pudiese voltearlo a ver, no solo un dolor punzante se presento en mi cabeza, si no que también el Kakuja decidió dar su primer ataque después de varios minutos. Afortunadamente lo detuve a tiempo.

— Heh... ¿así serán las cosas entonces? —Murmuré para mi mismo—

Inicie una batalla contra aquel ghoul. La mayor parte del tiempo esquivaba los ataques sin recibir un rasguño. De vez en cuando miraba de reojo a Hide, quien se veía con toda la intención de intentar levantarse para ayudarme. No me preocupaba, pues yo sabia que no tenia la fuerza suficiente para poder dar al menos un paso sin estar a punto de colapsar en el suelo.

Sin importar que tan fuerte daba mi ataque, no lograba hacerle daño al Kakuja. No faltaba mucho para que mis fuerzas se agotaran.

— Maldición... ¿¡Por qué no te mueres!?... —Grité a todo pulmón totalmente desesperado—

Al voltear a ver hacia donde Hide, pude ver que había logrado salir lo suficiente como para estar a la vista del Kakuja. Este no tardó en notar su presencia, por lo que me dio la espalda para tratar de atacar a Hide.