Oportunidad

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BELLA POV

Cuando finalmente nos quedamos solos, Edward y yo nos volteamos a ver y después de mantenernos así por unos momentos, él rompió el silencio:

- ¿Nos vamos?- preguntó mientras con la mano me señalaba la salida. Después de asentir y salir del lugar, me volvió a preguntar:

-¿Qué te gustaría comer?-

- Lo que sea está bien-

Durante unos segundos se mantuvo pensativo como decidiendo que comer y cuando pareció decidirse, dijo:

- ¿Te importaría si comemos en un lugar fuera de la plaza?- lo miré con una cara de sospecha cuando dijo eso y al darse cuenta de mi reacción añadió- Es que conozco un restaurante italiano donde la comida es deliciosa y no es muy caro.-

- ¿Esta muy lejos de aquí?-

- No, esta como a dos cuadras, si quieres podemos irnos a pie.-

Consideré esto durante unos momentos, pues aunque uno de los principales motivos por los cuales nos separamos de Rose y Alice fue por que ya estábamos cansados, por otra parte tenía muchas ganas de salir de ese lugar.

- Mmm... está bien.- y con eso nos pusimos en marcha al restaurante.

Exactamente como él había dicho, el lugar se encontraba a dos cuadras de la plaza, pero las cuadras eran mucho más largas de lo que había imaginado. Cuando llegamos, Edward me abrió la puerta de entrada y una vez dentro, una mesera se nos acercó para atendernos, en cuanto esta vio a Edward se quedó como asombrada, después noté como su mirada se dirigía a mi mano para percatarse si la tenía tomada de la de él y en cuanto se dio cuenta de que no era así, su sonrisa se ensanchó y finalmente nos dio la bienvenida de una manera muy entusiasta, intentando coquetear con él.

- Mesa para dos, por favor.- pidió Edward en un tono cortes

- Por este lado.- respondió ella mientras avanzaba hasta una mesa cerca de la ventana, moviendo sus caderas de una manera demasiado exagerada.

- ¿Le agrada este lugar?- preguntó.

- Perfecto- contestó Edward.

Mientras yo me acercaba para tomar asiento, Edward tocó mi brazo para detenerme.

- Permíteme Bella.- dijo adelantándose al lugar que iba a tomar y sacando la silla él mismo para que yo me sentará en ella.

Después de tomar asiento le di las gracias, él me respondió con una sonrisa y después fue a tomar su lugar en la silla de enfrente. En eso vi como la cara de la mesera se llenaba de coraje y por alguna extraña razón eso me hizo sentir bien, después de darnos las cartas, salió de allí sin decir una palabra más.

El restaurante realmente estaba vacío, las únicas personas en ese lugar aparté de nosotros, era una pareja de ancianos que lucía realmente feliz mientras comían y platicaban a gusto.

Tomé la carta entre mis manos y le pregunté a Edward

- ¿ Y que me puedes recomendar de aquí ?.-

- Pues en realidad, todo aquí es muy sabroso, pero sí tuviera que escoger, creo que la lasaña es muy buena elección.-

- En ese caso comeré lasaña.- mantuve mi vista en la carta mientras decía esto y cuando estaba decidiendo lo que iba a tomar, la mesera llegó de nuevo.

- ¿Están listos para ordenar?.- preguntó dirigiéndose a Edward, pero él en lugar de ordenar me miró esperando a que yo pidiera primero.

- Si, a mí tráigame una lasaña y de tomar una Coca-Cola.-

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