Amor

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Apenas entro a casa recibió millones de preguntas de parte de un preocupado Wonwoo y al responderlas este lo recrimino por pelear por una tontería. Luego de la charla ambos se sentaron en el sillón para curar sus heridas, en verdad estaba bastante golpeado.

—¡Ahu! ¡Wonu! ¡Eso duele! —decía mientras Wonwoo le pasaba un algodón con alcohol por su mejilla.

—Te tiene que doler, tienes una herida. Hay que desinfectarla para que no te pase nada más —seguía pasando el algodón por las heridas.

—Gracias, Wonu ¡Ahu! —volvió a gritar cuando el algodón paso cerca a su boca.

—Deja de quejarte Min, eres un exagerado.

Wonwoo sonreía al ver las expresiones exageradas que hacia Mingyu, nunca le daba nervios cuando curaba gente pero siempre era un bebé llorón con sus propias heridas.

—Eres un ángel —Mingyu le cogía el rostro.

—Ningún abogado es un ángel y yo estoy muy cerca de serlo —le puso una gasa cerca al pómulo.

—Te falta muy poco —acuno su mejilla.

—Sí, ya solo faltan unos meses —terminó su labor como enfermero—. Bueno ya termine, solo tenemos que ver que no se infecten las heridas y estarás curado.

—El médico soy yo pero tú haces un trabajo mejor —lo tomo de las mejillas—, mientras este a tu cuidado estaré bien.

—Claro que si —le sonrió.

El moreno nunca se había dado cuenta de lo hermoso que era Wonwoo cuando sonreía, lo brillante de sus ojos, sus carnosos labios, su piel blanca y el delicado pero formado cuerpo.

Se comenzó a acercar lentamente a su rostro que aún sostenía con sus manos, poco a poco, acortando la distancia entre sus labios.

—¿Qué haces Mingyu? —el corazón de Wonwoo latía fuertemente.

—Algo que debí hacer hace mucho tiempo —termino de acortar la distancia entre los dos.

El beso fue iniciado por Mingyu pero luego fue correspondido por Wonwoo, era un beso atrevido y lleno de deseo, todo esa pasión que ambos tenían el uno por el otro, pero que nunca habían revelado. Suavemente el moreno recostó al de piel blanquecina en el sillón para continuar besándolo, cuando se quedo sin aire se separó de él y lo miro a los ojos.

—Te quiero, Wonwoo —admiro su rostro.

—Y yo a ti, Mingyu —le acarició las mejillas.

Continuaron besándose y acariciándose, poco a poco Mingyu fue levantando la polera de Wonwoo, para poder tener mayor contacto con su piel. Fue sintiendo su delgado torso y su blanquecina piel era tan suave como la seda, Wonwoo por su parte se estremecía ante cada caricia nueva brindada por el moreno. 

Wonwoo habia estado enamorado toda su vida de Mingyu, pero el más alto siempre salio con una y otra persona, nunca reparando en el profundo amor que su amigo sentía. Por ello el de ojos afilados nunca en su vida imagino que Mingyu se podría fijar en él, y ahora que estaba junto a el estaba en su gloria.

La polera de Wonwoo fue sacada de su cuerpo y Mingyu hizo lo mismo con su ropa. Comenzó dejar una linea de besos desde su mandíbula hasta su estómago, para cuando subió su boca no era la única protagonista sino también su lengua, la cual recorría todo el torso de Wonwoo. 

—Eres hermoso —Mingyu susurró mientras lamia su cuello.

—No digas cosas que no crees —le sonrió mientras sentía su lengua.

Te olvidaré [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora