Llegada

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Los menores tiraban una pequeña rama de un lado para otro, mientras un gran perro blanco los seguía para juguetear con ellos. Se reían demasiado, ya sea porque corrían o terminaban tirados en el césped por culpa del perro, quien los tumbaba tirándose encima de ellos, eran como unos niños, unos niños muy felices.

Los dos mayores sentados en una de las bancas, que los miraban desde lejos mientras hablaban, no podían evitar tener una sonrisa bailando en sus labios.

—Gracias por ayudar a Yoobin —Wonwoo miraba a su hijo menor corriendo—, no quiero pensar que le hubiera pasado sino estabas ahí.

—No fue nada, Wonu. Y a mi me alegra haber estado ahí para ayudarlo.

El moreno giro su cabeza para ver al de ojos afilados, y por primera vez, luego de quince largos años, se sostuvieron la mirada como en los viejos tiempos. No se miraban con odio o rencor, sino con nostalgia, ambos habían cambiado, no eran diferentes en su esencia pero si en otras cosas, y recién se percataban al mirarse a los ojos que la vida no habia pasado en vano.

—Te acentuó bien la edad —Mingyu alzó las cejas.

—Lo sé, lamento no decir lo mismo de ti —Wonwoo molesto al más alto, recordando que en el pasado lo hacía mucho.

—Siempre tan gracioso, pero se que es mentira. Las enfermeras del hospital dicen que soy muy guapo.

—Pobres, están ciegas.

Mingyu lo miro con el entrecejo arrugado y Wonwoo río con los labios cerrados, pensando que el moreno aún tenía ese tipo de actitudes infantiles. Al ver la sonrisa de su ex-novio, el moreno se sintió renovado, siempre había sido relajante ver a Wonwoo de esa forma.

—Wonu —el aludido dejo de reir y vio su rostro serio—, Wonu, yo quiero decirte...

—Mingyu —suspiró—, no creo que sea el momento.

—De verdad quiero explicarte, Wonu.

Wonwoo miró a Mingyu y tuvo un Déjà Vu, en realidad ambos lo tuvieron, pues en el pasado habían dicho las mismas palabras solo que en aquel entonces Mingyu dijo 'cuéntame' en vez de 'explícame'.

—Mingyu, todavía tengo que poner en orden mis pensamientos antes de hablar contigo. Cuando lo haya hecho, te llamaré y hablaremos.

—Esta bien. Espero logremos hablar en algún momento, y aclaremos todo.

Con eso se referia también a hablar sobre los mellizos, el queria que Wonwoo mismo le dijera sobre sus hijos, y que luego ambos tomarán una decisión.

En eso el más alto miro otra vez a los chicos y le pareció estar viviendo algo irreal, tenía una familia, una gran familia como siempre soñó. Aunque no toda su familia sabia que eran parte de ella y seguramente no tendría tampoco a Wonwoo.

—Tus hijos son maravillosos.

—Gracias y debo decir lo mismo de tu hijo, es un chico muy educado.

—Gracias. ¿Sabes? Creo que hicimos un buen trabajo —le sonrió, mientras lo miraba una vez más.

Un silencio se formo entre ellos, el cual solo fue interrumpido por el sonido de una alarma, que provenia del teléfono del más alto.

—Ya es hora de que me vaya al hospital —anunció Mingyu mientras se paraba.

—Entiendo, nosotros también debemos irnos.

Wonwoo estiro sus piernas y se enderezo, acomodándose la ropa que tenía encima, más por una vieja costumbre que porque fuera necesario. Avanzó junto a Mingyu hasta el lugar donde los menores estaban sentados con Blake, se posicionó detrás de sus hijos y los llamó.

Te olvidaré [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora