¿Qué haces aquí?

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Cuando Cristina se fue, de nuevo me quedé sola en la casa, y mi cabeza se puso a buscar que hacer contra el aburrimiento asique decidí ordenar mi habitación que está hecha un desastre con ropa, zapatos y libros por todos lados. Si, así de desordenada soy yo en eso me parezco un poco a mi padre, que si no fuera por mi madre jamás encontraría nada a la primera y ni siquiera estaría ordenada la casa. Me reí de mis pensamientos y me dirigí escaleras arriba a mi habitación.

Mi habitación era sencilla: paredes azul celeste, armarios y puerta blancos, cama en un rincón con una colcha de rayas negras, moradas, blancas y azules, un escritorio con silla acolchada de madera con mi portátil y unas estanterías sobre el donde estaban colocados libros, diversas fotos y mis cajitas de maquillajes y abalorios.

Mi ropa se amontonaba en la silla del ordenador y por encima del escritorio y por debajo de él y de mi cama asomaban distintos pares de zapatos desperdigados por el suelo.

Era un caos...seguro que había más ropa fuera que dentro del armario.

Decidí empezar por los zapatos, buscando las parejas y metiéndolos en el zapatero del interior del armario una vez hice eso decidí seleccionar la ropa apartando la sucia de la limpia, fui tirando la sucia a un rincón y la limpia que no tuviera arrugas metiéndola en cajones y perchas. Cuando terminé, abrí la ventana para ventilar y recogí del suelo la ropa sucia.

Bajaba las escaleras dirigiéndome a la lavadora cuando el timbre sonó insistiendo, maldije en voz alta a quien estuviera martilleando el timbre, Salí a paso ligero hacia la puerta sin soltar la ropa que llevaba entre manos y la abrí. Me quedé petrificada al ver unos ojos azules clavados en los míos.

-Hola, Valeria- saludó.

-¿Qué haces aquí Esteban?- respondí apartándome de un soplo un mechon de pelo que caía sobre mi cara cuando del susto se me cayó el montón de ropa que llevaba en mis brazos.

-He venido a ver como estabas- dijo agachándose a mi lado para ayudarme a recoger toda la ropa.

-pues ya me has visto, ya te puedes ir-le arranqué la ropa sucia de los brazos apretándola contra mi pecho. ¿Cómo se atreve a aparecer por mi casa después de haberme llamado buscona y gritarme en el hospital?.

Me di la vuelta y empujé la puerta con el pie con intención de cerrarla en sus narices pero él fue más rápido y se coló antes de que se cerrase y me cogió suavemente por el codo. Otra vez la sensación de aquel día, sentí como mi piel se calentaba con su tacto. Me hizo rodar sobre mis pies para quedarme frente a él, sus ojos azules me miraban sinceros.

-También venía a pedirte perdón por lo del otro día, estaba todavía con el cabreo que me provocó verte así entre los cuerpos de aquellos dos y se me fue la lengua, realmente no pienso que te lo merecieras, nadie se lo merece, y mucho menos que seas una buscona, Pardonez moi- hablo sin apartar su mirada de mis ojos y con voz suave.

No pude evitar creerle en su total arrepentimiento y mi cuerpo se relajó, haciendo que mi boca se transformase en una sonrisa.

-Perdonado, te estoy muy agradecida por haberme salvado, quien sabe cómo habría terminado si no me hubieras escuchado.- su mano cayó lentamente a un costado de igual modo que sus labios dibujaban una sonrisa torcida marcando dos hoyuelos en su mejilla.

Me volví dirigiéndome hacia la lavandería, empezaba a avergonzarme de toda la ropa sucia que llevaba en mis brazos que era obvio el habría supuesto que era mía toda.

-Deberías pensarte en contratar un guardaespaldas, preciosa- dijo en tono socarrón siguiendo mis pasos.

- Primero : no me llames preciosa, segundo: no necesito guardaespaldas y tercero: estoy buscando profesor de defensa personal, soy una mujer autosuficiente y quiero poder protegerme también por mí misma- respondí volviendo mi cabeza y sin perder la sonrisa.

Metí toda la ropa de color en una lavadora y la de blanco en otra, mi madre había insistido en comprar dos lavadoras para gastar menos tiempo. La lavandería no era nada fuera de lugar: un cuarto de paredes color crema y suelo de baldosa antideslizante con un desagüe en el centro, donde había una estantería clavada a la pared donde descansaban los detergentes y distintos productos de limpieza y debajo de ella estaban las dos lavadoras y una secadora.

-No pareces tan autosuficiente cuando has sacado un montón de ropa sucia de tu habitación y apuesto a que has ordenado todos los zapatos y la demás ropa que la tendrías desperdigada por toda tu habitación- se rió al ver mi cara de auténtica vergüenza que se me había quedado- he dado en el clavo por lo que veo.

Bajé la mirada y terminé de programar las lavadoras.

-¿y que si es verdad?, soy una chica desordenada pero que sabe encontrar las cosas en su desorden y te recuerdo que he estado 3 días en el hospital normalmente ordeno mi habitación cada dos días, ¿Por qué te estoy dando explicaciones ?-contesté mirándole, apoyado en el marco de la puerta, con la sonrisa burlona en su cara y los ojos brillantes.

- Val, que una chica sea desordenada no es nuevo, solo hacía un apunte con lo de tu "autosuficiencia"- hizo las comillas en el aire con los dedos y riéndose de nuevo.

Cogí un cepillo de la ropa y se lo arrojé, dándole justo en la cabeza y parando su carcajada.

-Augh-se quejó tocándose la cabeza-Eso ha dolido.

-Con esa intención iba- dije alzando la barbilla con una sonrisa en la cara al pasar junto a él.

-Eres mala....-dijo poniéndose a mi altura con su sonrisa torcida de nuevo en la cara.

-¿yo?¿mala?.... que va.... – dije soltando una risa malvada.

-¿estas tu de muy buen humor?¿Has tenido sueños húmedos conmigo?

-oh, PORFAVOR que creído eres, de haber soñado contigo más bien habría sido una pesadilla- dije poniendo los ojos en blanco y haciendo un gesto como de que iba a vomitar. 

Por el rabillo del ojo vi como se acercaba con cara de pocos amigos...

Continuará...

Hola! hola!, aqui teneis el nuevo capitulo de la semana siento subirlo tan tarde. Comentadme y hacerme saber que estáis ahí y que os gusta la historia y sobre todo que haya vuelto por Wattpad. Hago mención a mi gran amigo, mi traductor particular, Josemi :) merci beacoup ;P. Gracias por los mas de 11 mil leídos, vosotros dais ánimo a mis manos y sois mi musa para seguir escibiendo. Nos vemos la semana que viene :)♥

P.D.: poco a poco iré poniendo cara a todos los personajes, espero que os guste:)

Solo fue sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora