Equivocada

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-De nada, si no te hubiera oído gritar no se lo que habría pasado contigo.Debe ser horroroso que tu segunda vez haya sido a sí, pero supongo que te lo tienes merecido por ir de buscona.

No me puedo creer lo que he oído.

-¿Qué me has llamado?-pregunto levantándome sin hacer caso a los agudos pinchazos de mi cuerpo.

-Lo que has oído,BUS-CO-NA-dice separándo las sílabas de la palabra dándole énfasis y levantándose del sillón, mirándome a los ojos desafiante.

Mi mano derecha vuela y se estampa en su cara dejándole marca.Me pica la palma de la mano pero no le doy importancia, estoy demasiado furiosa como para dársela.

Se lleva la mano izquierda a la mejilla y me fijo en que los nudillos de esta estaban rojos e hinchados y tenían cortes que habían sido tratados con betadine.

-¿De que vas ,eh?,antes me dices que estas enamorado de mi y ahora que voy de buscona,muy bien cree lo que tu quieras creer, yo no voy de buscona,en tal caso si yo voy de buscona tu vas de niño bueno para luego clavarle el cuchillo rastreramente por detrás a los demás.Si te jode que te rechacen, te aguantas.Te tienes muy creído que las chicas solo por tu cuerpo ya caigan rendidas ante tí, no niego que yo lo hiciera pero ahora me acabo de bajar de las nubes,GILIPOLLAS-dije la ultima palabra gritándosela en su cara.

Su boca se abre como si me quisiera contestar. Levanto las cejas y le señalo la puerta.

-Salga de mi habitación señor Favre, le agradezco que me prestara su ayuda-digohablándole educadamente porque si no lo echaba a patadas de allí haciéndome parecer una desagradecida ante todos.

Me mira una última vez con los labios fruncidos y sale.

Suspiro y en ese momento siento todo el dolor que antes ignoré y como puedo me siento en la cama e intento calmarme pero el dolor sigue aumentando.Decido llamar a la enfermera y pulso el timbre para ello.

Cierro los ojos y poco después oigo la puerta abrirse y unos pasos acercarse, abro los ojos esperando encontrarme a alguna mujer con bata y sonrisa falsa o forzada, y me encuentro a Javier,mi doctor.

-Hola,¿estás bien?-dice inspeccionando mi cara.

-Duele-susurro entre dientes para evitar llorar por el dolor.

-Tranquila, te voy a inyectar un calmante para el dolor y enseguida estarás mejor-se acerca a un carrito que hasta ahora no había visto y coge una jeringuilla y un botecito de cristal transparente en el que se leía paracetamol,atraviesa la tapa de este con la jeringuilla y llena 10ml de paracetamol, luego quita la aguja para mi sorpresa por creer que me iba a pinchar e inserta el líquido en el goteo de suero.

-No parece que tengas buena relación con tu héroe- comenta él mientras se vuelve hacia el carrito.

-La verdad es que es un auténtico capullo-empezaba a notar los efectos calmantes del paracetamol y me relajaba.

Se vuelve con un algodón impregnado en lo que parecía betadine.

-¿Que te hace pensar eso?-dice mientras me coge suavemente el brazo por encima de la muñeca y daba pequeños toques sobre ella, me di cuenta de que tenía rojas las muñecas y llenas de arañazos provocados por la corbata que me había mantenido atada al pie de la cabina.

-Va de niño bueno, me dice que me quiere, intenta salir conmigo, me salva y luego me trata como una buscona, insultándome y tratándome mal,ugh-me quejo al notar un escozor proveniente de mi muñeca izquierda donde estaba curándome las heridas.

-Lo siento, pues menos mal que te has dado cuenta a tiempo y no has salido con el, sin embargo ¿porque te salvó si piensa que eres una buscona?

-No lo sé,pero seguramente porque creía que se lo iba a agradecer acostándome con el de nuevo-mis palabras salen de mi boca a modo de pensamiento en voz alta y cuando me doy cuenta digo-no has oído nada.

-Tranquila, los médicos somos como los curas, todo lo que los pacientes nos dicen queda bajo secreto de sumario-dice con una sonrisa torcida muy sexy y yo le correspondo con otra.

-Gracias, estaba muy equivocada respecto a Esteban, el capullo, para que nos entendamos-digo a modo de broma y el se ríe.

Termina con las muñecas y se dirige a los pies de mi camilla.

-De nada, te voy a curar el tobillo-avisa cogiéndome el pie por el talón suavemente con una mano mientras que con la otra repetía el mismo proceso que en mis muñecas: impregnar con betadine y vendarlo después.Le miro hacer su trabajo con profesionalidad y concetración, observándo sus manos moviendose hábilmente sobre mi piel y su boca con su sonrisa.

-Eres muy bueno-comento cuando ha terminado y está recogiendo lo que había utilizado.

- Es mi trabajo-dice volviéndose hacía mí-me gusta ser bueno en todo o almenos intertar serlo.

Me guiña el ojo, lo que me hace reir.

-Asi, sonriendo, estás mucho mejor.

-Gracias, supongo-me sonrojo y quito mi mirada de sus ojos.

-No tienes porque dármelas, es un cumplido.Avisaré a tu ginecólogo para que venga ha hacerte la revisión.

-¿Está muy mal el panorama ahí abajo?-pregunto, al principio no parece entenderlo pero comprende.

-Solo unas magulladuras en la entrada e interior de la vagina y el cervix un poco hinchado, vamos a ver si han empezado a cicatrizar las magulladuras y si ha bajado la hinchazón.

-Suena mejor de lo que me siento.

-Tranquila el dolor desaparecerá en menos de un día, no te preocupes-dice tocando mi hombro -descansa- acerca su cara a la mía y mi corazón se acelera, me da un beso en la frente y siento sus cálidos labios sobre mi piel.

Se marcha con el carrito dejándome paralizada.

HOLA,HOLA:) verano querido XD, siento haberos dejado tanto tiempo sin escribir pero es que hay tantas cosas que quiero hacer para disfrutar del verano que no me organizoXD.Un beso♥ y muchas gracias a tod@a mis querid@s lectores/as, muchos fantasmas porque no comentan ni le dan a like,pero bueno un abrazo y espero que estéis disfrutando del verano.¿Qué os ha parecido?

Solo fue sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora