XXV (PARTE I)

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Su corazón no paraba de latir con fuerza aun cuando estaba parado sin hacer nada, sus manos sudaban y sus pulmones no alcanzaban a coger todo el aire que necesitaba. Ni todos los momentos más difíciles de su vida podrían compararse al nerviosismo que sentía.

-Cálmate.- Susurró Sehun a su lado.

-Si fuera tan fácil ya lo habría hecho.- Cerró los ojos con fuerza, obviando el creciente dolor de estómago que sufría.

-Recuerda todo lo que has estudiado y cuánto te has esforzado. Te irá bien.

Luhan no respondió. En serio quería prestarle atención a sus palabras de aliento, pero estaba tan enfrascado en sus emociones turbulentas que no podía. Se abrazó a sí mismo con la mirada fija en un punto y, en su lugar, se puso a memorizar por vez mil todo lo que había estudiado. No tuvo idea del tiempo que pasó hasta que las puertas del salón se abrieron y todos los jóvenes presentes se enderezaron a la vez. El docente anunció que ya podían pasar y ahora sí había llegado la hora de dar el examen de ingreso.

Sehun posó las manos sobre sus hombros. -Cuando salgas, estaré aquí.

Asintió quedo y, tragando con dificultad, entró, tomó asiento al azar y rindió. A pesar de estar pasando un momento de presión duro, procuró volcar todos sus conocimientos con detalle. Milagrosamente, pudo recordarlo todo.

Como prometió, Sehun lo esperaba fuera paseándose de una esquina a la otra y murmurando como un loco, tan disperso que ni siquiera lo vio acercarse. No había sido el único con los nervios a flor de piel al parecer. Incapaz de resistirse, abrazó su cintura por detrás y lo apretó con fuerza, cerrando los ojos al recostarse sobre él.

-¿Terminó?- Chilló este, tomado por sorpresa.

Luhan gimió. -Estoy cansado.

-¿Aún quieres que salgamos?

-Claro.- Cogió su mano. -Es mi recompensa.

-¿A dónde vamos primero?

-A comer, muero de hambre.

Bostezó conteniendo las lágrimas. Estaba cansado, pero quería pasar el rato con su novio. Cuando llegaron al restaurante de comida rápida más cercano, se sintió un poco más despierto. Después de verlo devorar sus hamburguesas y papas fritas, Sehun propuso volver a casa, pero había visto un arcade cerca y había pensado visitarlo luego de cenar. Los juegos que no había probado antes terminaron de reanimarlo, por un momento olvidó toda la fatiga.

-¿Recuerdas?- Sehun señaló la cabina de fotografías.

Se carcajeó. -Todavía no me creo que hayas accedido a hacer eso conmigo.

-Siempre fuiste persuasivo a tu manera.- Lo asió de la muñeca. -Vamos.

A diferencia de aquella primera vez, ahora la confianza entre ellos sobraba, así que las fotos fueron mucho más naturales. Sehun lo abrazó, le apretó las mejillas, le besó la nariz y los labios.

Luhan observó embelesado cada una de las imágenes. -Esta es mi segunda cosa favorita en el mundo.

-¿Cuál es la primera?

-Tú.

Sehun carraspeó con el rostro enrojecido. -¿Qué pasó con las otras?

Titubeó. -¿No te vas a burlar?

-Claro que no.- Dijo inexpresivo.

Le quitó la funda a su móvil y le enseñó la parte trasera. -El resto están en mis cuadernos.- Confesó con bochorno. Sehun lo vio embobado, cosa que lo avergonzó más. -¡Bueno! ¡Ahora tengo estas también y...!- Sehun se las arrebató en un parpadeo.

Arrebol (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora