t r e c e

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¿Hay algún lugar donde puedas encontrarme? 

El mensaje de texto cayó una noche después.

No importaba nada.

De hecho, muy en el fondo

sabía que si me volvías a escribir,

regresaría corriendo hacia ti.

Nos sentamos en el sillón. 

Apuesto a que besaste tus nudillos

Antes de acariciar mi mejilla.

Lo siento.

Luego me besaste.

Como si pensaras que eso era suficiente.

Y lo fue.


AliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora