c a t o r c e

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Te ves tan genial cuando me lees.

Tratas de descifrar lo que pienso.

Me haces sentir tan débil.

Pero esta vez, tenía mi mente arreglada.

Por que la amenaza ahora estaba en mi cama.

El cuarto 93 era tan solitario

Y triste

Y feo,

y no lo pude soportar.

Así que tu silueta se perfila

Con la luz de la luna que entraba por mi ventana.

Encendiste un cigarro.

Aunque fue mi mente la que ardió esta noche.

¿Mentirías por mí? ¿Lo juras?

Me pediste que siguiera guardando el secreto.

¿Y tú, sangrarías por mí?

No respondiste.

Ni yo tampoco.

AliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora